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En manos de una decisión

Los rumores han dejado de serlo. Si se prefiere, la especulación dio paso a la nueva realidad. La Real Sociedad está hoy más que nunca en manos de una decisión. Corresponde al juez. Cuando el Consejo que preside Iñaki Badiola decidió acogerse a la Ley Concursal sabía que esta situación que se apunta en el inmediato horizonte podía plantearse. Si no fue así, faltó previsión.

 

Los tres administradores concluyeron sus trabajos de primera fase. Redactaron un informe de 198 páginas en las que se recogen todas las realidades económicas de la sociedad. Ingresos, gastos, deudas, previsiones, presupuestos precedentes, etc. En ese documento se contemplan todas las situaciones atípicas del club en los últimos años, incluso, suponemos, las causas que llevaron a la entidad a semejante dislate.

Los principales acreedores, aquellos que se presentaron en la causa denunciando la deuda del club, dispondrán del texto y será entonces posible conocer en profundidad los detalles que tanto se buscan. ¿La deuda alcanza 36 millones de euros?.  La Diputación Foral de Gipuzkoa y la Kutxa son los principales perjudicados y a ellos corresponderá velar por la situación para hacer factible el futuro de la Real Sociedad.

A juicio de los administradores, éste no pasa por la continuidad del actual equipo rector. En un escrito de tres folios argumentan las razones que les llevan a solicitar del juez la suspensión de su actividad y, por tanto, la salida del club de todos ellos. Con el dossier completo y la petición formal adjunta, el juez debe decidir a la vista de las informaciones y una vez escuche a todas las partes afectadas.

El actual consejo deberá presentar un plan de viabilidad y un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) con el que dotar a la institución de mecanismos suficientes para que su vida deportiva, social y económica sea posible. A día de hoy, no parece fácil. Iñaki Badiola accedió a la presidencia con el beneplácito de una mayoría que le creyó. Pensamos que su "proyecto chino", sus modernas propuestas, sus ideas, podrían llevarnos a un futuro distinto. Lamentablemente el proyecto se convirtió en "cuento" y hoy la Real no sabe dónde caerse muerta.

No sabemos cuánto tardará el juez en decidir, pero una vez que eso suceda las cosas cambiarán porque el marco será diferente. En principio, serán los administradores quienes ejerzan como tales para una vez adoptadas y puestas en marcha todas las medidas confirmar que la estructura puede seguir funcionando. En caso contrario, sólo quedará la disolución. Así de sencillo, pero así de crudo.

Iñaki de Mujika