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Un puntito de distinta locura…

En el horizonte aparece un proyecto de fichaje: Sebastián "El loco" Abreu. La Real Sociedad, sobre todo su entrenador, es el principal valedor para que la llegada del uruguayo constituya un refuerzo de verdad para una delantera que no goza de buena salud cara a la portería contraria. La lesión de Iñigo Díaz de Cerio pesa demasiado. Con 4 goles sigue siendo a día de hoy el principal artillero blanquiazul, pese a llevar lesionado ocho semanas.

Ese es un déficit real y prioritario a la hora de resolverlo. La Real está en concurso. No dispone de un euro para esfuerzos añadidos. El nuevo Consejo acaba de aterrizar y trata de encontrar cauces y medios para hacer frente a los pagos inmediatos, prioritariamente los jugadores que llevan un año sin cobrar. En medio del paisaje de sequía surge como de la nada el nombre de Abreu. El futbolista uruguayo decidió no subir la escalinata del avión que conducía a su equipo, el River Plate, a la pretemporada en Mendoza. Los medios argentinos se llevaron las manos a la cabeza y en el camino surgió el nombre de la Real Sociedad. Y más allá la relación del futbolista con Juanma Lillo, el entrenador con el que obtuvo éxitos en su experiencia del Dorados de México (22 goles en 34 partidos)

Con tanto cabo atado, al míster no le quedó más remedio -cosa que le honra–que reconocer la verdad. "Ese es el futbolista que queremos". El tolosarra fue comedido. Quiso hablar poco porque la operación no está cerrada y porque la forma en la que Abreu decidió "colgar" al River no sea precisamente el mejor modo de negociar su salida de "los millonarios". Aquí probablemente aparecerá Iñaki Otegi, el gerente que ha vuelto a ejercer su trabajo como tal, tras la llegada de los nuevos dirigentes. Cuenta con bagaje de experiencia. Ya negoció en su día con River Plate el traspaso de Juan Gómez. Se busca una cesión y la operación más barata posible. Vamos de frente, con la palabra y pocos euros. ¡Cómo ha cambiado el cuento!.

Me gusta Abreu. No por lo que pueda aportar (parece que bastante), sino porque su posible llegada se hace con garantías poco habituales. Le avala mucho el entrenador porque lo ha tenido a su alcance. El técnico además conoce mejor que nadie su vestuario y valoró seguro el impacto que su llegada puede producir en el colectivo. El uruguayo además aporta ese punto mediático tan importante en el momento de la renovación de abonos. Un delantero con carisma, que se atreve a jugar con el "13", que llega con una hoja de servicios plagada de goles, es un cheque al portador para el nuevo Consejo, necesitado como está de muchos grados de credibilidad.

Expectantes por tanto vivimos a la espera de las noticias que las próxima horas nos van a confirmar o desmentir su fichaje. Ojalá salga bien, porque esta realidad nos añade un punto de distinta locura. Llevamos tantos meses zozobrando en el desequilibrio, que un poco más no nos hará daño, sobre todo si consigue que sus remates rompan las redes.

Iñaki de Mujika