Iñaki de MujikaLos partidos del Barça constituyen un permanente estado de shock emocional en el que los espectadores se quedan atónitos ante la sorpresa de sus actuaciones. Su fútbol es una catarata de belleza y eficacia al mismo tiempo. Me recuerdan los fuegos artificiales de verano, cuando miles de personas se concentran en un escenario para disfrutar del colorido y la creatividad de quien mezcla la pólvora en las carcasas, sin disimular sus sentimientos con prolongados gritos de ¡ohhhhhhhhh!.
Pep Guardiola se enfureció ayer porque a su equipo no le pitaron un claro penalty a favor. Ganaba 2-0 y era la clara oportunidad del 3-0 para sentenciar. Poco hubo que esperar para que ese guarismo subiera al marcador. Incluso llegó otro, dejando en el descanso partido y eliminatoria sentenciados.
La entgrasada máquina entró en el entramado defensivo del Bayern como un cuchillo en la margarina. Henry por una banda y Messi, por la otra, abrieron los boquetes que ellos y otros compañeros (Eto’o) aprovecharon. Pudieron ser mas. Cinco, seis, siete…Los alemanes fueron en tiempos un equipo coriáceo, difícil de ganar, duro en su campo. En los previos se hablaba mucho de Luca Toni, Ribery, Van Bommel,,,Como si no estuvieran. Se miraban unos a otros, formulándose preguntas sin respuesta posible. Los alemanes sucumbieron ante la apisonadora, sin recursos con los que hacer frente al vendaval.
El segundo tiempo fue un trámite. Los visitantes se asomaron al balcón de Valdés como preguntando "¿Se pùede?". La defensa aliñó las jugadas con riesgo y anunció su presencia en las semifinales, porque el partido de la semana próxima en Munich se convierte en trámite.
Pero quisiera recordar la situación de este club y del equipo hace apenas nueve meses. Al presidente Laporta le prepararon una moción de censura que la sacó adelante por los pelos. Tras la marcha de Rijkaard se puso en solfa, por inexperto, la capacidad de Pepe Guardiola para dirigir equipo y vestuario. La plantilla perdió a la "estrella" Ronaldinho, Decco y otros más, para hacer más canterano el grupo: Piqué, Busquets, Bojan, Xavi, Iniesta, Messi, Valdés, Puyol…son el escudo protector del proyecto y el ariete que derriba con su empuje los fornidos muros de las fortalezas que asaltan. Hace mucho tiempo que no disfrutaba tanto. Y eso, sin ser culé, es un mérito de quien lo consigue.
