Iñaki de MujikaDiego Rivas, con su nariz mirando al Oriente, compareció después del partido para decir cosas que me parecieron interesantes. "No sé de dónde saca este equipo las fuerzas, pero después de un golpe, de otro y otro, el grupo se levanta. Me siento orgulloso de mis compañeros y de pertenecer a este vestuario". El jugador manchego que hoy pasa por quirófano es una de las noticias positivas del ejercicio. Recuperado para la causa en pretemporada, se ha mostrado como un jugador solvente y referente en la medular realista. Han pasado dos años desde aquel momento en que la Real apostó por él. Quizás, gracias a un entorno favorable, su rendimiento ha subido de nivel.
En la reciente historia de la Real, su paisano Pino Zamorano aparece demasiadas veces en la sección de sucesos. Desde aquel funesto día en el que le rompieron la pierna a Aranburu en Santander, hasta el último acto de Anoeta, ha dado pocas a derechas. Ante el Levante volvieron a aparecer los viejos fantasmas con los mismos protagonistas. Ayer se lo complicó. Su trabajo hace tiempo que dejó de ser fiable. Acumula errores y con ellos es capaz de despertar un partido dormido. La expulsión de Zubikarai le hizo entrar en barrena. Luego, perdió la referencia en las áreas y sus alrededores. Hubo sangre pero… Los equipos sólo se jugaban la sexta plaza.
El cuadro de Lillo llega al final con la goma tensa y las reservas casi al vacío. Lesiones de larga, media y corta gravedad, junto a los sancionados, ofrecen un paisaje casi desolador. Elegir y decidir sobre la marcha se convierte en un ejercicio de maestría. Queda un partido para terminar el maratón. Se trata de conseguir un equipo que en Elche sea capaz de dar la cara, lograr un triunfo y mantener el sitio alcanzado a lo largo de un ejercicio inolvidable. ¡Han pasado tantas cosas!.
Se van Lillo y Caneda entre otros. Abreu se presenta esta noche en Salónica. Otros futbolistas saben o intuyen que su futuro no pasa por jugar con la camiseta txuriurdin. Pesan más los rumores que las noticias sobre la contratación de jugadores que apuntalen el futuro. La gente sigue fiel a sus principios y ama a su equipo por encima de todas las cosas. Llegaron peñas de aquí y de otras partes. Celebraron su congreso y ocuparon las despobladas gradas. Cierto punto de tristeza en la calurosa tarde del estadio.
Me queda un beaterio en Elche. Ese partido es para gente valiente y comprometida. También para nosotros que hemos cubierto las cuarenta y dos etapas, aunque, confieso, en esta ocasión me acompañaré de toalla, maillot de bain, cremitas, silla y sombrilla, gorra, gafas de sol y chancletas. ¡Espero que no me pisen!.
