La goleada de Alcorcón

Un madridista confeso me envió un mensaje al móvil después de la derrota de su equipo en partido de Copa contra el Alcorcón y que perdió por 4-0. El contenido del mensaje enseñaba simplemente dos signos: "¿?". Doble interrogación. Pregunta sin explicación.

No recibió respuesta, pero ésta no hubiese ido mucho más allá que su pregunta: "¡!". Admiración por la actitud de unos y otros.

El partido de Santo Domingo me recordó mucho la eliminatoria del año pasado, cuando el Real Unión se calzó al equipo de Schuster. Los de Iñaki Alonso le endosaron seis goles a Dudek en dos partidos. Ahora, los de Ankela le perforaron la puerta cuatro veces y, si se ponen y no encuentran respuesta superior, a lo mejor también marcan seis y se llevan el gato al agua. Incluso, hasta a Pellegrini si para entonces los resultados en Liga y Champions no precipitan su caída.

Florentino Pérez, Jorge Valdano y otros asistieron estupefactos al espectáculo. Lo ofreció un equipo de Segunda "B" que no sobrepasará de mil euros la prima que reciba por su hazaña. Menos de lo que cuestan las ruedas delanteras del coche que una conocida marca de vehículos regaló a los jugadores merengues horas antes del partido de Copa. Esa es la vida,

Al hilo de la derrota se han conocido detalles del vestuario. Los protagonistas se cruzaron declaraciones que acabaron con respuestas altisonantes que llenan portadas. Según esas informaciones, Guti le dijo al técnico en el descanso: "Vete a tomar por culo". El técnico le mandó a la ducha. Maradona invitó hace poco a los periodistas argentinos a que  se la chuparan. ¡La heterosexualidad, a lo visto, no está de moda!.

Tampoco el mal fútbol. Afortunadamente el Barça sigue ejerciendo de líder sobre el terreno con un juego personal, creativo y eficaz al mismo tiempo. El Madrid ha tratado de contrarrestarlo con fichajes de postín, convencido de que las rápidas respuestas iban a llegar pronto y que el pulso estaba servido.

Éste no llega. Entre lesiones, errores, exceso de ansiedad, falta de mesura, el Real Madrid dista mucho todavía de ofrecer réplica al "tempo" de su rival. Pep Guardiola lidera un equipo de trabajo que funciona perfectamente engrasado y que se comporta sobre el terreno de juego conforme a lo previsto. Manuel Pellegrini no encabeza ningún movimiento de regeneración. Tiempos nuevos, problemas viejos.