Iñaki de MujikaEl Real Madrid disputó el encuentro de ida de octavos de final de Champions ante el O. Lyon en el Estadio Gerland, allí donde se juntan el Ródano y el Saona. El recinto volvió a ser feudo inexpugnable para los de Pellegrini que perdieron 1-0, ofreciendo una pobre imagen, vulgar y escasa de recursos. La sombra de una séptima eliminación en octavos planea sobre el equipo, la entidad y el proyecto del presidente Florentino Pérez.
Por ahí pasamos nosotros hace seis años. La Real Sociedad también sucumbía por la mínima con gol del incombustible Juninho Pernambucano, el brasileño que trataba el balón con mimo y dulzura y que lanzaba las faltas con indudable acierto. Detrás del equipo, un club con proyecto y una grada que empuja desde sus coquetas y sencillas instalaciones. La simple receta que, en principio, pudiera estar al alcance de todos, debe contar con secretos inconfesables, por que los galos llevan ganados muchos de los últimos campeonatos de Francia y, casi siempre, alcanzan las eliminatorias de postín en la Liga de Campeones.
El Madrid circula en la liga con cierta holgura y esperanza de recuperar el cetro perdido ante su directo rival, más por los problemas que aquejan a la plantilla de Pep Guardiola, que por el fútbol de los merengues que, pese a la gran cantidad de fichajes rutilantes, no encandila por su juego. Las alarmas y las críticas se han desbordado tras el gol de Makoun. "Les lyonnais" plantearon un partido desde la presión y el contraataque. Cortocircuitaron el intento madridista por imponerse en la zona ancha y llevar, como resultante, el consabido peligro en las botas de los Higuain, Kaka, Cristiano, Benzema y compañía.
A estos nombres, Claude Puel, técnico del Olympique, respondió con un central implacable como Cris, un centrocampista de largo alcance llamado Pjanic, un incombustible delantero centro que atiende por Lisandro, a los que se unieron los conocidos Reveillere, Toulalan, o Gouvou. Los analistas se empeñaron en tratar de minusvalorar las opciones del equipo que cobra ventaja. Que si están en construcción, que si no juegan bien en la liga, que si tienen problemas de relación, que si…Las respuestas, sobre el césped. Ahí, los franceses fueron mejores y superiores frente a un Madrid que, en palabras de Jorge Valdano, "No hemos sido nosotros" y que va a sufrir en unas semanas en su feudo.
El Bernabeu, por tradición, puede más que Gerland, pero la Champions despide unos aromas cautivadores que nadie está dispuesto a abandonar. Los franceses se defenderán con todos sus recursos físicos y tratarán de aprovechar los resquicios para la contra. Ese día no estarán ni Xabi Alonso, ni Marcelo que se pierden el partido por sanción. Pero hay otros que estando no están y que su concurso, desde la fama que les acompaña, es exigible cuando su equipo les necesita. Y por ahora no aparecen demasiado.
