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Todo por un sueño

Conozco a Edurne Pasabán desde que prácticamente inició sus primeras expediciones a la alta cordillera del Himalaya. Pasan los años y los retos. Hasta tal punto, que está a falta de dos grandes cimas para convertirse en la primera mujer que alcanza los catorce "ochomiles" que se elevan sobre la faz de la tierra.

Lo va a intentar en los próximos días. Saldrá acompañada de Asier Izagirre, Alex Txikon y Ferrán Latorre. El destino es doble: Shisha Pagma y Anapurna. Son las dos cumbres que le faltan. Pudiera pensarse que es imposible que en estas aventuras exista competencia o competición. La hay, porque una mujer quiere ser la primera en lograr un hito hasta ahora imposible. Edurne Pasabán no está sola en el empeño. Este objetivo lo comparte con la alpinista austriaca Gerlinde Kaltenbrunner que, como ella, suma 12 ochomiles y con la surcoreana Oh, Eun-Sun, que las supera con un total de 13 La italiana Nives Meroi ha ascendido 11 "ochomiles. Asistimos, por tanto, en la distancia a un duro cuerpo a cuerpo, porque la montaña es muy exigente y a veces cruel. Lo saben todos.

La deportista tolosarra ha pasado por los platós de TVE ya que el ente le acompañará también con un equipo de "Al filo de lo imposible". En sus declaraciones reflejó la ilusión que lleva en la mochila de su esperanza. Island Peak, región del Khumbu (Nepal), será el punto en que se detengan para realizar una aclimatación previa antes de ir al Tíbet, donde se enfrentarán al Shisha Pagma por su cara norte. Será a partir del 16 de marzo, cuando empiecen a subir esta montaña. El plazo máximo para coronarla será de un mes. Si llegada esta fecha no consiguen el primer objetivo, el grupo abandonaría este proyecto y se trasladaría directamente al campo base del Annapurna, segunda montaña para la conquista.

Nueve años después de la primera cima (Everest, 2001) ve al alcance su récord. En el camino muchos años de alegrías y tristezas. Aún guardo por casa alguna de aquellas postales que remitía desde Katmandú cuando, a la ida o a la vuelta, compartía sus ilusiones con nosotros. En las entrevistas, en los programas radiofónicos en torno a una mesa, en otros encuentros, siempre se mostró seria, esperanzada y rigurosa con cada uno de los retos planteados. Era y es admirable su empeño.

De los iniciales problemas presupuestarios, se ha pasado a una organización hecha y derecha fruto de su esfuerzo y dedicación. Su vida cambió porque desde Abeletxe (Zizurkil), su casa-restaurante de turismo rural, se trasladó a Barcelona impartiendo conferencias sobre superación personal en Esade donde cursó estudios. Además entrena  en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat (Barcelona) para lograr el nivel físico necesario para proyectos de semejante envergadura.

Las cosas pueden salir bien o mal. Dependen de tantas circunstancias que es imposible controlarlas. El frío, la nieve, el viento, el hielo…Contra todo y con todo por alcanzar un sueño.

 

 

Iñaki de Mujika