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Plato fuerte en el segundo centenario

El Real Unión disputa ante el Betis este sábado su partido número 200 en Segunda División. Los últimos corresponden a la era moderna, porque desde 1965 los irundarras no han militado en esta categoría. Lo hacen ahora con el mayor presupuesto de su historia, enclavados en la Liga Profesional y peleando con todas sus fuerzas por mantenerse en una liga compleja y exigente. Sus últimos encuentros llaman a la esperanza.

La reacción ha tardado en llegar, pero queda tiempo y los cálculos encajan en el proyecto inicial de escapar de esos cuatro puestos que conducen al descenso. Lo entienden sus jugadores que se esfuerzan cada fin de semana. En eso, actitud ejemplar desde el comienzo de la competición. Lo entienden sus seguidores que acuden en masa a Gal para alentar a los suyos, poniendo de su parte todo lo que sea necesario. Para este compromiso se anuncia kalejira desde la Plaza de San Juan con música y color.

Los rivales son de enjundia. Llega el Betis a la carrera por alcanzar un puesto de ascenso. Desde que Víctor Fernández se ha hecho cargo del equipo parecen un conjunto más fuerte y convencido. Hace falta que los que van por delante se equivoquen y que los propios andaluces se comporten rozando la perfección cada jornada. No es fácil que esa tendencia, obligatoria para dar la vuelta a las situaciones, se repita mucho tiempo. Por eso, el partido que enfrente a unionistas y verdiblancos ofrece el añadido de la necesidad imperiosa. Cada uno con sus armas peleará por un triunfo que vale mucho y que reforzará, sin duda, los planes de quienes lo consigan.

Ambos equipos se midieron hace un año en Copa después de la machada del Bernabeu. Su más reciente pulso corresponde a la primera vuelta en donde el encuentro terminó en tablas. El Real Unión estuvo más cerca de la victoria que su oponente, sin que le pesara la presión de una grada bulliciosa como es la del Ruiz de Lopera. En este caso, dispondrá a favor de la suya que no es poco.

El partido está abierto. A la mayor capacidad técnica y recursos de los visitantes se oponen las conocidas virtudes de los locales. La balanza está en equilibrio y cualquier cosa puede pasar. Los guipuzcoanos perderán al meta Jauregi, que lleva una temporada sumido en lesiones, además de Alcalá y Gerlo que no se recuperan. El resto, a disposición de Iñaki Alonso que muy probablemente recurrirá a un equipo tipo, no muy distante del formado por: Otermin; Descarga, Lacruz, Josu Iglesias, Gurrutxaga; Aitor Sanz, Eneko Romo; Domínguez, Maric, Abasolo y Gorka Brit, aunque no es descabellado pensar en Beobide como titular.

Para terminar, todos muy atentos a la actuación del árbitro Pino Zamorano. Desde hace varias semanas llueven demasiados errores sobre el tejado unionista. La paciencia se desbordará en cualquier momento, si les siguen toreando.

Iñaki de Mujika