Rafa Benítez firmó un contrato por cinco temporadas el pasado mes de marzo. Tres más tarde, se marcha del Liverpool después de una temporada en la que el equipo no ha brillado como solía, terminando la liga en séptimo puesto, no ganando nada y sin meter al club en Liga de Campeones. La rescisión del contrato vigente le reporta siete millones de euros, doce menos que si se hubiera producido un despido improcedente. Su destino apunta, según todos los rumores, al Inter de Milán.
Rafa Benitez aterrizó en Anfield hace seis años con Paco Ayestarán a su lado. Venían para sustituir al francés Houlier. Iniciaron un proyecto ilusionante, al que se sumaron futbolistas de nivel como Xabi Alonso, Pepe Reina o Fernando Torres, por citar tres que van a disputar el próximo Mundial. Fruto de la comunión y buen rollo entre ellos, junto al resto de futbolistas solidarios con el plan trazado, surgió un equipo campeón. El Liverpool ganó la Liga de Campeones en aquella épica final de Estambul.
Aquellos éxitos hoy son historia. Entre otras cosas porque la entidad atraviesa momentos duros con una deuda estimada en 351 millones de libras (unos 420 millones de euros). Sus propietarios, los estadounidenses Tom Hicks y George Gillett, han puesto en venta la entidad y sobre sus jugadores circulan muchos rumores. Es el caso de Steven Gerrard, el propio Fernando Torres o Javier Mascherano, cuyos posibles traspasos aliviarían la tesorería.
Es el final de un proyecto que comenzó a resquebrajarse cuando las relaciones de Benítez y Ayestarán se deterioraron hasta tal punto que el preparador físico guipuzcoano optó por abandonar y seguir otro camino hace un par de años. El equilibrio interno se perdió y las cosas dejaron de ser lo mismo para iniciar una trayectoria descendente.
El pasado verano con la marcha de Xabi Alonso al Real Madrid se puso fin también a un proceso de desamor entre el técnico y el futbolista que venía larvándose meses atrás. La salida del centrocampista fue determinante para iniciar una cuesta abajo imparable en juego y resultados que culmina ahora de este modo. Benítez volverá a caminar, pero solo, lejos de los emocionantes cánticos de la hinchada "red" y de los oropeles de los éxitos conseguidos. ¿Le pasarán factura la suma de estos procesos?.