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A la espera de Contador

La edición del Tour 2011 tiene buena pinta, al menos si nos atenemos sólo al espectáculo. La organización de la ronda francesa da la impresión de haber diseñado una prueba para que Andy Schleck y Alberto Contador se zumben. Pero parece, igualmente, que el trazado elegido lo fue con anterioridad al clenbuterol del madrileño y a lo que finalmente se derive del proceso que le afecta. Por eso, el previsto mano a mano está por ahora en “stand by”.  La última semana que afrontarán los corredores será dura y decisiva. Hasta entonces un paso leve por los Pirineos, alguna contrarreloj de poco fuste y no demasiadas oportunidades para los sprinters. Este Tour se ha confeccionado como dicen los francesas para “montagnards”. El que no esté acostumbrado a subir puertos y a pelear  por ellos tendrá fiesta. Incluso, los propios directores de equipo deberán modificar sus formaciones para ofrecer una real respuesta a lo que se les avecina. En la presentación de París se sorprendieron por lo que compartieron Prudhomme y su gente con los invitados. Allí estaban la mayoría de favoritos. Todos menos uno. Contador declinó la invitación obviamente. Le hubieran vuelto más loco de lo que está. Lleva peleando mucho tiempo por defender su inocencia y está a la espera de una resolución. No sé si con la boca pequeña o con la grande, se ha atrevido a decir que como le sancionen se retira. Hay demasiadas presiones y sea cual sea la resolución, ésta traerá cola. Ayer se hablaba en los pasillos más de este asunto que de los pocos kilómetros o de las etapas más cortas que ofrece el trazado. A partir de ahora, todo el mundo mira a la UCI, al momento en que se comunique el resultado y la posible sanción a Contador. Mientras desde unos sectores se pide celeridad, otros solicitan calma. Sea lo que sea, habrá cisco. Hasta el momento, el punto de orden lo ha puesto el director del Tour, Christian Prudhomme, que afirmó sin vacilar que “Sospecha no quiere decir culpabilidad. Debemos esperar a las conclusiones”.

 

Iñaki de Mujika