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Las cosas se le complican a Contador

La UCI, conforme a la actual reglamentación vigente le ha pedido a la Federación Española de Ciclismo que inicie un expediente que conlleva la apertura de un procedimiento disciplinario por dopaje contra Alberto Contador, en suspensión cautelar tras positivo por clembuterol en el último Tour de Francia.

 


Esta resolución determina que el corredor de Pinto ha podido cometer alguna infracción contra la normativa antidopaje. La Federación Española decidirá eventualmente si se sanciona al ciclista. Si así fuera Contador perdería el Tour del 2010.

A la vista de los acontecimientos, es obvio que la UCI no se ha tragado la historia de las chuletas compradas en una carnicería de Irún, y que el clenbuterol llega a su cuerpo por otro camino. Volvemos a lo de siempre. La palabra de uno contra la frialdad de los números y productos que aparecen en los análisis practicados  a los corredores.

¿Y a partir de ahora qué?. La Federación le puede sancionar, o no, al ciclista. Está en sus manos decidir el tiempo, o no, que el corredor vaya a estar alejado de las carreteras. Es libre a la hora de elegir un mes, tres, seis, un año o dos. Europa y el mundo van a mirar con lupa al comité y a su decisión. Es obvio que todos esperan una sanción ejemplar. Si ésta no llega, la UCI recurrirá al TAS solicitando a buen seguro dos años de castigo. Hay un precedente en el atletismo, muy similar en cuanto al producto, el proceso y la resolución final.

No creo que el asunto se alargue demasiado en los despachos de Madrid, porque el tiempo complica más las cosas. Han pasado cuatro meses desde que se disputó el Tour y aún no hemos ido más allá de declaraciones, informes y dossiers. Lo curioso es que el ciclista no es culpable hasta que el proceso finalice por completo, pero está purgando desde que la noticia saltó a los teletipos. Para más "INRI", su próximo director, Bjarne Riis, publica un libro en el que reconoce abiertamente haberse dopado toda su carrera, indicando hasta las miles de coronas gastadas al efecto y las triquiñuelas usadas para evitar que le pillaran.

Iñaki de Mujika