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La patronal convoca paro

El auténtico conflicto de los clubes de fútbol en la liga es el que corresponde a los contratos de televisión, aunque en el follón de estos últimos días de eso no se ha hablado. La pelea que ahora surge viene dada por la transmisión en abierto de un partido la noche de cada sábado. Esa obligación se deriva de la aprobación de una Ley Audiovisual que presentó hace años el ministro Álvarez Cascos

Esa decisión conllevaba a los clubes a perder derechos y patrimonio, porque lo que es gratis no se puede cobrar y a los equipos lo que les interesa es hacer caja y ofrecer a las plataformas digitales el mayor y mejor paquete del espectáculo. En eso, obviamente, están todos de acuerdo.

Sin embargo, se ha abierto una brecha en la unanimidad. Barcelona y Real Madrid van de la mano porque les interesa. Son los que más ingresan. Votan a favor del paro competicional, porque da la sensación de que con ellos no va a esta guerra, mientras no les toquen el bolsillo y entiendan que un cambio les beneficia. Piensan lo mismo y votan igual, Valencia y Atco. de Madrid.

Después se ha creado un grupo de seis entre los que se encuentran el Athletic y la Real. Hacen coro con Sevilla, Villarreal, Español y Zaragoza. Han presentado en un juzgado de Madrid impugnación para suspender el paro convocado el pasado 11 de febrero por la Liga de Fútbol Profesional para el 3 de abril. Solicitan, tanto a la LFP como la Federación, que señalen horarios y  árbitros para que en esa fecha haya partidos. Por su parte, la patronal comunicó  a la FEF que la jornada 30 se disputará el 10 de abril. La LFP no fijó ayer los horarios, como debía hacerlo si se jugara el 3 de abril, y lo hará la próxima semana.

Osasuna y el resto hacen piña. Se muestran contundentes en la defensa del paro patronal y se atreven a decir, incluso, que si el asunto no se arregla la próxima temporada no comienza el campeonato. Los que defienden la parada de la liga en Primera, junto a todos los de Segunda son mayoría a la hora de votar resoluciones que afectan a todo el colectivo.

Por su parte, la AFE, sindicato de jugadores, no sale de su aturdimiento porque cuando unas semanas propusieron una huelga, se les echaron todos encima argumentando unas cuantas cosas que ahora no se tienen en cuenta o no importan tanto, El gobierno, por su parte, dice que así no se arreglan los temas y que no da tiempo a resolver nada en tan pocos días, recordando por bajines que la deuda que los clubes tienen con hacienda es descomunal. Entre lo que suceda hoy y lo que venga mañana veremos algo de luz o todo oscuro.

Iñaki de Mujika