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El gesto de Iraizoz

Esta noche se ha disputado el último de los cuatro partidos decisivos. Como sucede siempre, unos con la cara de alegría y los otros con la de la resignación o la tristeza. Como quieran, pero al margen del resultado final de la eliminatoria, las connotaciones no son positivas. Las declaraciones cruzadas de unos y otros, las tertulias mediáticas o de café, los foros, el runrún de la calle, todo ha ido hacia caminando hacia el final con una tensión creciente.


Una cosa es la rivalidad de siempre, una rivalidad que posiblemente sea necesaria y otra muy distinta es la dinámica del todo vale. Ante el mundo entero se debería haber ofrecido un espectáculo de calidad y no una guerra de guerrillas. Las cosas, por tanto, deben volver cuanto antes a su justa medida, porque es insostenible desde muchos puntos de vista. El que considero prioritario tiene que ver con la formación de los niños. Ellos son el futuro y es probable que se lo estén cargando, porque los ejemplos en los que se miren deben ser ejemplares. En poco tiempo se dilapida el esfuerzo de quienes consiguieron que las instituciones fueran modélicas.

En medio de este despilfarro de sinrazones, de este seco desierto, aparece un oasis, un gesto que quiero destacar y es el motivo de este comentario. Este lunes, el Athletic jugaba en Cornellá ante el Espanyol. Muy de mañana, Gorka Iraizoz salió del hotel, compró un ramo de flores y se fue hasta la puerta 21 del estadio. Lo depositó allí como recuerdo al compañero fallecido en el verano de 2009. Dani Jarque compartió relación y objetivos comunes con el meta rojiblanco en los años de convivencia perica. El mundo de los sentimientos y de los buenos gestos pertenece a las personas, Y al margen de la rivalidad y de los puntos en juego, sin cámaras, ni fotógrafos, Iraizoz se encontró con una puerta en la que está escrito el nombre del capitán de su antiguo equipo.

Se encontró también con la vida y los recuerdos. ¡Qué lejos está este gesto de las malas artes, de los insultos, de las patadas mal dadas, de las palabras mal dichas!. Cuando todo se asemeja al caos, se vive en la incomprensión, se pierden los valores y el respeto, entonces…aparece un detalle. Tal vez poco mediático, pero lleno de contenido.

 

 

 

Iñaki de Mujika