Juan Carlos Pastor renueva su contrato con el balonmano Valladolid hasta junio de 2014. Si todo sigue su camino con normalidad, cuando llegue esa fecha, el técnico pucelano sumará diecinueve temporadas consecutivas al frente de su banquillo, ya que es el técnico responsable desde la temporada 1995-96.
La noticia rompe con la tradición poco duradera de los preparadores en los clubes. Pastor diseñó un sistema propio, tanto en defensa como en ataque que hizo del Valladolid un equipo diferente, con personalidad propia y con capacidad de sorprender a plantillas superiores en recursos económicos y deportivos. Fruto de esa capacidad, en las vitrinas del club figuran una Recopa, dos Copas del Rey y una Copa Asobal.
Esa eficacia confirmada a los rectores de la Federación a proponerle el cargo de seleccionador. Con el visto bueno de su club compaginó desde noviembre de 2004 hasta 2008 su labor como entrenador del Balonmano Valladolid con la de seleccionador sustituyendo a César Argilés Con la selección masculina absoluta logró la medalla de oro en el Mundial de Túnez (2005) y una medalla de plata en el Europeo de Suiza (2006) así como la medalla de bronce en los juegos olímpicos de Pekin dos años mças tarde.
Hablamos por tanto de un técnico de larga travesía. Aún no ha cumplido cuarenta y tres años, pero su historial supera al de otros muchos colegas. Es algo así como un "enfant terrible", innovador y muy exigente con sus jugadores. Todos le valoran precisamente por eso, por la capacidad de inculcar a sus pupilos un estilo propio y la disciplina que lo hace posible. La directiva pucelana no duda. Le renueva, a la baja, porque los recursos económicos son escasos, pero si la voluntad de todos quiere un acuerdo, éste llega sin dificultad.