Iñaki de MujikaEl Tour llega a su cita, como siempre, el primer sábado de julio. Así desde hace legión de años. Todo el mundo, más o menos, se lo sabe de memoria. La primera semana, etapas llanas y llegadas al sprint. La segunda, los Alpes o los Pirineos, según se venga del este o del oeste. En medio alguna contrarreloj, individual o por equipos, y a lo mejor algo fuerte en el Macizo Central.
Siempre me apasionaba el Puy de Dôme, pero hace mogollón de tiempo que no se sube. Hoy está prohibido circular en bicicleta para aficionados por el riesgo de caídas en el descenso hacia Clermont Ferrand. Además un tren cremallera, dentro de un año, usará parte del trazado de la actual carretera para llevar a los turistas hacia la cima.
Pese a que las sorpresas en el trazado apenas existen, la tradición sitúa a esta prueba como la más atractiva del calendario. Los corredores la preparan con mimo. Los entrenamientos se orientan para llegar en las mejores condiciones. Todo gira en torno a la Grande Boucle. No hay una sola prueba que convoque tanta gente durante tres semanas.
Cada día tres mil personas aproximadamente se mueven en torno a la etapa en disputa. Los aficionados son innumerables. Muchos de los lectores montarán en coche y caravana, buscando acomodo en la ladera más pendiente o en la curva más exigente, allí por donde han de pasar los esforzados de la ruta.
El Tour es un imperio y sus responsables no quieren que nada ni nadie se lo desmorone. Defienden a capa y espada, aquello que lo sustenta. De unos años a esta parte, el dopaje ha sobrevolado por encima de las cabezas de todos. Grandes triunfos que se vuelven opacos tras el resultado de los análisis. Decepción y dudas sobre la limpieza de un pelotón al que cada día le aprietan más.
El caso que ustedes conocen sobradamente lo protagonizó Contador hace un año. Aún colea. Fue el último ganador y aspira a serlo de nuevo. El TAS espera sin desesperar y decidirá en agosto. Mientras tanto, el ciclista de Pinto saldrá en el Passage de Gois y llegará al Monte de las Alondras. La organización ha pedido respeto para él, intuyendo que en el devenir de los días se encontrará un ambiente hostil. Ha bastado comprobarlo en la pitada que los aficionados brindaron al Saxo Bank cuando se presentó en público junto a los demás pàrticipantes.
Para la mayoría Contador es el principal favorito, con permiso de Schleck, Evans, Cavendish, Gesink, Samuel Sánchez, Wiggins, Basso y compañía. Todos están llamados a dar espectáculo, aunque lo que se valora es el podio de Paris. ¿Quién subirá a lo más alto?. Se admiten apuestas, pero intuyo que el ciclista de Pinto no lo va a tener fácil. Todos van contra él.
