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El sueño de Griezmann

Antoine Griezmann es un futbolista al que casi todo el mundo le ha reído las gracias. Dentro y fuera de la Real. Contó con la aquiescencia, apoyo y confianza del entrenador que le dio la alternativa, Martín Lasarte. Bajo su responsabilidad, el jugador de Macon realizó partidos estupendos que decidieron puntos y que ayudaron al objetivo colectivo del ascenso.


Un año después, ya en Primera, su papel siguió siendo destacable y cumplió en la categoría superior. En unas declaraciones que recoge http://www.football.fr/, el futbolista asegura estar cansado ya que no ha dispuesto de vacaciones en los últimos tres años. En esa entrevista asegura sin disimulo que espera marcharse el verano que viene a un club de la liga española, porque cree que el nivel de juego se adapta mejor a sus características que el inglés, más físico.

Reconoce que la cláusula de su contrato asciende a 30 millones de euros, aunque afirma que él no vale esa cifra. Le preguntan en relación con el interés del Atlético de Madrid hace meses. Contesta sin ruborizarse que jamás deseó ir a Madrid, que ese asunto armó demasiado ruido y que debió poner término a tanto rumor. No olvida que el público de Anoeta, pese a desmentir su posible marcha, le silbó en el primer partido.

Pasado el tiempo, un par de meses, cuando todo parecía en calma vuelve a la carga. Asegura que espera que el verano próximo pueda salir, porque actualmente discute con el presidente sobre la cláusula. El objetivo según él es bajarla antes del próximo junio para salir ganando sin que la Real pierda.

Griezmann cuenta ahora con un entrenador francés, Montanier es ajeno a este proceso, pero recela, porque el rendimiento del extremo izquierdo no es el que su equipo necesita. Así lo ha entendido también el presidente Aperribay que le recomienda al jugador que vuelva a su mejor nivel, que meta goles y que hable en el campo.

No sé quién aconseja al futbolista, pero le está equivocando de camino. El jugador ha contado con todos los apoyos, reconocimientos y cariño, pero con estas actitudes no hace sino expresar desagradecimiento y deslealtad. Si plantea una guerra y lleva las de perder, porque el club hará valer el principio de autoridad. A lo mejor debe subir a la grada a reflexionar y enterarse que el plan elegido es incorrecto. El club está por encima de todos. De él, también. Y parece no enterarse. Su sueño puede desvanacerse simplemente por irresponsable.

Iñaki de Mujika