El fútbol inglés mantiene vivas sus tradiciones. Y que lo siga haciendo, porque en ello están la diferencia y las raíces. No hay país que sea capaz de hacer del fútbol un nexo con la sociedad que mima y cuida con respeto sus costumbres. Son diferentes. Inglaterra rinde homenaje a sus veteranos de las dos grandes guerras celebrando el Remembrance day, cada once de noviembre recordando que a las 11 horas del 11 del 11 de 1918, se firmó en Compiègne (Francia) el armisticio que puso fin a la I Guerra Mundial.
Para recordar a los combatientes, millones de ciudadanos británicos lucen una amapola (poppy) en la solapa, costumbre. Esa flor se extendía por los campos donde se producían las bajas del ejército inglés. Por ello su evocación como Poppy’s day.
Como mañana viernes es el 11 del 11 del 11, la fecha se reviste de un simbolismo especial. Por este motivo, los actos que suelen tener su punto álgido el domingo más cercano al día 11 se han multiplicado. Entre ellos, la Federación Inglesa de fútbol solicitó a la FIFA permiso para que su selección pudiera lucir en la camiseta la tradicional amapola durante el partido ante España del sábado.
Pero la FIFA, contraria a cualquier manifestación política en las camisetas de los equipos, ha denegado la petición, considerando que podría interpretarse como una provocación. Ante la negativa inicial de la FIFA, tanto el primer ministro británico, David Cameron, como el príncipe Guillermo de Inglaterra, presidente de honor de la FA, escribieron sendas cartas al máximo organismo del fútbol mundial para que "reconsiderara" su decisión.
Esta ha montado tal escándalo que a la FIFA no le ha quedado otra que tragar y comerse sus imposiciones y responder a las peticiones.. Así lo ha confirmado la Asociación de Fútbol inglesa que en un comunicado confirma que a Inglaterra en el amistoso con España se la va a permitir llevar una amapola en el brazalete negro que lucirán los jugadores".