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Un milagro vestido de rojo

Las semifinales de Copa están servidas con un emparejamiento impensable al iniciarse la competición. El Mirandés es el convidado. No sé si de piedra, pero los de Pouso se han cargado a tres equipos de Primera, a doble partido, gracias a explotar al máximo sus virtudes y creer fielmente en sus valores. Son como son y no cambian nunca el guión, sabiendo que si alcanzan el tramo final de cada partido en condiciones de ganarlo están cerca de hacerlo.


Los de Anduva disponen de una plantilla corta, que está doblando esfuerzos. Una mezcla de gente experta y veterana de mil guerras con jóvenes jugadores a los que les quedan muchos años de "mili" futbolera. Entre todos forman un conjunto muy bien avenido que saben de memoria a lo que juegan en cada circunstancia. Son como son y no de otra manera.

Así han llegado a semifinales para enfrentarse al rival que más querían. El Athletic de Bielsa es la gran oportunidad de hacer la mejor caja de la historia, porque en los emparejamientos precedentes Villarreal, Racing de Santander y Espanyol, eran de Primera, pero no mediáticos, Ahora sí. Esta vez toca un rival, que apenas produce gastos en el desplazamiento, y que dejará en taquilla muchos miles de euros con los que sanear aún más su equilibrada economía. Son como un milagro vestido de rojo.

El conjunto rojiblanco está encantado, porque en el fondo su rival antes de acceder a la final es un equipo de Segunda "B". Cuando se sorteó el torneo pronto quedó claro que un lado de la escalera era factible y cómodo, mientras que la otra parte era un sin vivir, A degüello entre los grandes que medían y lo siguen haciendo sus fuerzas antes del partido decisivo.

Sólo así puede entenderse el cruce de cuartos de final en donde Barça y Real Madrid han vuelto a protagonizar dos partidos sin tregua, apurados y exigentes, en los que el arbitraje ha estado muy lejos del nivel de juego y espectáculo ofrecido por los protagonistas. En el Nou Camp hubo de casi todo, incluso un futbolista al que nadie se atreve a sancionar y que hizo suficientes méritos como para que le expulsaran de nuevo, pero los colegiados se han instalado en una situación cómoda huyendo de los conflictos, creando más.

Iñaki de Mujika