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El valor de la energía

Todos creíamos que Roger Federer y Rafa Nadal estaban a partir un piñón, pero de un tiempo a esta parte da la sensación de que la relación entre ambos sufre algún menoscabo. Lo último se relaciona con el Consejo de Jugadores de la ATP, que ambos presiden en los puestos principales de la jerarquía directiva.

Presiden o presidían, porque Rafael Nadal ha dimitido de su cargo como vicepresidente durante la reunión que se celebró en el pasado torneo de Miami. Parece que conviven dos frentes. El manacorí encabeza una especie de rebelión contra la práctica establecida. Lleva tiempo queriendo romper con la inmovilidad de los formatos, tanto de los torneos como de la Copa Davis. Entiende que el calendario está sobrecargado.

La impaciencia de Nadal contrasta con la quietud de Federer. Lo que se ve en las pistas se traduce a los despachos. Como las propuestas del tenista balear no encontraron apoyo suficiente en una parte importante de sus compañeros, entiende que “hasta aquí”. Sus declaraciones al diario L’Equipe reflejan el hartazgo: “Cuando me involucro en algo, lo hago al cien por cien. He perdido demasiada energía en todo esto. Con seguridad no va a suceder de nuevo”, señaló Nadal.

De estas declaraciones al rotativo francés da la sensación de que no está por la labor de seguir en el frente de batalla. Se retira a las trincheras. ¿Para siempre?. El próximo verano cuando se dispute Wimbledon se debe renovar la directiva del Consejo de Jugadores. ¿Seguirá Federer al frente?. ¿Opositará Nadal contra él?.

Preguntas que sólo el tiempo responderá con eficacia. Por ahora, lo único cierto y que además está dando mucho que hablar, pasa por la dimisión de Nadal, que además ya ha anunciado que no jugará con España la próxima eliminatoria de Copa Davis contra Austria.

 

 

Iñaki de Mujika