Iñaki de MujikaLaszlo Nagy, jugador húngaro de balonmano del F.C. Barcelona hasta el próximo 30 de junio, agotó el plazo para jurar la Constitución. Se supone por tanto que renuncia a adquirir la nacionalidad española que le hubiera permitido entre otras cosas competir en los próximos JJ.OO de Londres 2012. Es decir, que todo el proceso que se aceleró en los últimos meses para que el equipo de Valero Rivera pudiera contar con un refuerzo de campanillas se ha ido al traste.
El jugador zurdo tramitó la documentación, ya que se cumplían todos los requisitos previstos para acceder a los derechos, entre ellos participar en la selección de balonmano. Coincidiendo con todo esto, al lateral barcelonista le llegó una oferta monumental de un club de su país. El Veszprem puso sobre la mesa una montonada de millones que han podido más que la propuesta catalana de renovación y la previsible presencia en la cita de Londres.
A la respuesta ofrecida debe añadirse, no muy lejana en el tiempo, la situación análoga de Siarhei Rutenka, otro jugador que milita actualmente en el Barça. La historia de éste es todavía más enrevesada. Bielorruso de nacimiento, adquirió la nacionalidad eslovena jugando en el Celje. En febrero de 2010 se dieron todos los argumentos (idénticos a los actuales de Nagy) para debutar con la selección española, concedida la nacionalidad, pero renunció porque prefirió jugar con la de su país de origen Bielorrusia.
Suena a chapuza. Salvo el caso de Arpad Sterbik que consiguió la nacionalidad y ya juega con la selección, el resto de intentos demuestra cierta falta de consistencia en los procesos. Se han acelerado demasiado las cosas para concluir en fracaso. Y por supuesto se ha confiado menos en los españoles que ocupan los puestos que en teoría pretendían reforzarse.
Supongo que estos dos fiascos alejarán las tentaciones y el afán por nacionalizar. Las personas responsables deberán mostrar su apoyo a los jugadores que desde hace tiempo llevan sacando las castañas del fuego y que gracias a ellos (tanto en versión masculina como femenina) el balonmano estará en Londres por sus propios méritos.
