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Una corte de dioses

En Grecia no hay tregua. Que si deben o dejan de deber, que si votan y vuelven a votar, que si pagan o dejan de pagar, que si forman gobierno o dejan de formar, que si juegan o de jugar, que si…

No paran. Les tienen de los nervios entre los políticos y los económicos. No levantan cabeza, pero les queda el fútbol y ahí acaban de calzarse a Rusia y clasificarse para cuartos de final de la Eurocopa. Los helenos son el equipo que menos tira a puerta de todo el campeonato. A lo mejor, incluso, son también el conjunto que practica un fútbol más ramplón, pero como aquí lo que vale es ganar…

Han salido del baúl los viejos fantasmas de 2004, el año en que ganaron su única Eurocopa. El seleccionado de Grecia nunca había tenido grandes presentaciones y era un equipo de segundo nivel en el ámbito europeo..

Con la dirección del alemán Otto Rehhagel, los helenos sorprendieron al mundo, consiguiendo insólitos resultados frente a los favoritos del torneo: vencieron a Portugall por 2:1 en el partido inaugural del torneo, luego contra España lograron un trabajado 1:1; en cuartos de final vencieron a los defensores del título,Francia, por 1:0, y en la semifinal, a la República Checa al anotar un gol de plata. En la final, derrotaron nuevamente a los locales con un único gol de Angelos Charisteas, con lo que se coronaron campeones de la Eurocopa por primera vez en su historia.

Ocho años más tarde, ahora entre Polonia y Ucrania, el que las enchufa se llama Giorgos Karagounis. Su gol ante Rusia echó a la calle a miles de griegos. Esta vez no para protestar con pancartas, sino para celebrar algo, para compartir alegría en un país que conoce la tragedia desde hace siglos y que además cuenta con la corte de los dioses del Olimpo que en este campeonato hasta ahora se han mostrado activos y no guardan reposo.

Les espera ahora Alemania en cuartos de final. Partido con morbo deportivo, político y económico. La señora Merkel, doña Ángela, anuncia su presencia en el palco. Le van a sonar los oídos.

 

Iñaki de Mujika