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El estado de la nación txuriurdin

El presidente de la Real acudió a la cita con Onda Vasca el pasado viernes para compartir con los oyentes el estado de la nación txuriurdin. En la entrevista con Xabier Lapitz, en la que no faltaron ni el director deportivo Loren, ni uno de los jugadores “de peso” en la plantilla como Mikel González, Jokin Aperribay no fue mucho más allá de la realidad del día a día aunque quiso dejar claro que “tonterías las justas”.

Se refería al hipotético, pero muy cercano, marco de la próxima temporada donde la entidad va a disputar alguna de las competiciones continentales. Eso conllevará más esfuerzo de los jugadores, pero si el plantel refuerza su composición no será a base de inversiones que se alejen del plan trazado por el actual grupo dirigente. La hoja de ruta no varía. Todas las voces que hablan desde dentro se refieren permanentemente a la apuesta por los jugadores de casa, a la apuesta por los futbolistas que han situado al equipo en un puesto de privilegio. Nada más y nada menos.

En ese repaso de situaciones se habló de Iñigo Martínez, un central al que se le intuye una enorme carrera profesional. Negó cualquier oferta por él, ni por ninguno de sus compañeros. “Si alguien fuera a pagar esa cláusula, se notaría en mi cara. He pasado por la Avenida y ningún director de banco ha salido a buscarme”. El presidente es cauto. Intuye que el verano va a ser complicado porque a lo mejor los ingresos por televisión no llegan a los clubes y estos van a verse muy maniatados para poder concretar operaciones.

Aperribay termina mandato en pocos meses. Cogió al club en una situación casi caótica y lo va a dejar muy cerca de lo envidiable. Ese es su mérito. Por eso, antes de decidir si se presenta a la reelección, parece muy claro que no va a asumir riesgos económicos y deportivos que saquen a la entidad que preside del carril por el que ha hecho el recorrido estos últimos años.

Gracias a la sobriedad y al rigor, la situación es llevadera. Esa es una de las razones por las que, al no haber tensiones de tesorería ni compromisos que apremien, nadie da el paso para tratar de aprovecharse de la necesidad y llevarse jugadores a bajo precio. “No necesitamos vender”. La sociedad goza de buena salud en lo social, lo deportivo y lo económico. Sabe perfectamente también que “camarón que se duerme se lo lleva la corriente”.

El club debe estar alerta a todo lo que le afecte y tenga que ver con el futuro. Se empeña en sacar adelante la remodelación de Anoeta, vital para el futuro del club. Por ahí han de venir la consolidación de la economía, el abaratamiento de las entradas para los jóvenes y asegurar un presupuesto que permita mantener vivos todos los proyectos. Hay tarea en tiempos de crisis.

Como era previsible surgió el nombre de Montanier. Dejó claro que la comunicación entre ellos es fluida, que se reúnen a menudo, que hablan con tranquilidad de las cosas y que lo seguirán haciendo hasta cerrar, si finalmente todos están de acuerdo, su continuidad y el contrato que le mantenga al frente del equipo. No fue más preciso, ni quiso ir mucho más allá, aunque estemos en mayo y a esta liga le queden dos telediarios, eso sí, repletos de contenido.

Quiso explicar también lo relacionado con los horarios de los partidos. El de anoche y los dos próximos se disputarán a las veintidós, mucho más tarde del toque de retreta en los cuarteles. Siente que los aficionados que se están mostrando tan firmes en su apoyo, no pudieran desplazarse ayer a Getafe como les hubiera gustado. Agradecen los esfuerzos de todos porque “sin ti no soy nada”. El apoyo colosal de los seguidores está siendo decisivo en el devenir de los encuentros.

El equipo sabe que está ante su gran e inesperada oportunidad. Ellos han apostado por un proyecto en el que pueden conseguir un hito. ¿Cabe mayor reto?. Son conscientes de que mantener hasta el final la cuarta plaza va a exigir redoblar esfuerzos. Dependen de muchas cosas, porque los rivales juegan, las lesiones hacen mella, los infortunios y los desaciertos, las tensiones y la ansiedad se organizan alrededor como un akelarre de meigas, mezclando pócimas. Mientras no sea venenosa…

La afición sabe que tiene también un papel que jugar como tantas otras veces en las que demostró sentido e intuición. Siempre que hizo falta su apoyo, respondió sin exigir nada a cambio. Sólo la entrega y la actitud del equipo a la hora de afrontar los compromisos. Y en esto, en la nación txuriurdin, no hay debate. Ayer no fue posible, pese a ponerse todo de cara con el gol inicial, el colectivo se perdió y no encontró el sitio en toda la noche. Ante el Granada la grada volverá a blandir espadas y banderas. El equipo lo notará.

 

 

 

Iñaki de Mujika