Se siente seguro

Los rumores surgieron de repente pero con una intensidad poco habitual. Colocaban al exseleccionador francés de fútbol Laurent Blanc en el banquillo de la Real Sociedad. Las redes sociales de muchos medios de comunicación, de los profesionales y de personas afines al club, se hacían eco a velocidad de vértigo. Hasta yo mismo dudé. Con la misma celeridad, a modo de urgencia, nos citaron a una rueda de prensa en el estadio de Anoeta como queriendo colaborar con el runrún.

 Con un par de onzas de chocolate entre pecho y espalda, sin café, acudí a la cita. Los asientos ocupados como en las tardes en las que se cuece algo grande y la voz del presidente Aperribay. Primero, hizo una introducción de lo sucedido en el ejercicio anterior y seguido, hablando bajito, aseguró que el próximo entrenador del primer equipo iba a ser Jagoba Arrasate.

Silencio sepulcral. Cuando todo el mundo esperaba un nombre francés, surgió el del ayudante de Montanier. La sala quedó algo así como anestesiada. O eso me pareció. Contó la historia de la decisión y expresó la confianza en las capacidades del técnico de Berriatua.

Confieso que días antes quise entrevistarle. Nos conocemos hace muchos años y la relación con él es de largo recorrido. “Iñaki, me han prohibido hablar”. A partir de ahí, envié un correo electrónico al club solicitando permiso para poder entrevistarle. No obtuve respuesta, ni siquiera un “no”. Por eso, no parecía difícil intuir la decisión. Sólo quedaba esperar.

Terminada la rueda de prensa, recibí las correspondientes excusas por la negativa. Un día más tarde, el nuevo entrenador se sentó en la silla del “solo ante el peligro”, aunque bien arropado por el presidente y el director deportivo. Quizás sorprendió. Se le vio tranquilo e ilusionado. Le gustaría estar muchos años, le encantaría que el equipo repitiese actuación y que se parezca lo más posible al que ha conseguido ponerle el listón bien alto.

Se siente seguro. Domina los escenarios y se supone que, su experiencia como educador, le ha enseñado a manifestarse en público ante los demás, en dominar los escenarios y asumir las responsabilidades. Quienes conocen  bien el porqué de la decisión, aseguran que el primer convencido de las capacidades de Jagoba Arrasate es el presidente y que una vez que Montanier decidió marcharse y que Martino se convirtió en un imposible, tuvieron claro que no había nada más que mirar y buscar.

Probablemente, haya muchos aficionados que a estas horas estén asustados, porque como gestor de grupos en el fútbol no ha pasado de Tercera. Cuando le insinuaron algo al respecto respondió: “A lo mejor dentro de tres meses esas personas que ahora tienen miedo, tienen más o se les ha disipado”.