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Decisión desde la responsabilidad

Tonterías, las justas. Esa afirmación encaja perfectamente en la persona que anuncia la salida del club de su vida el próximo 30 de junio. Chico de pueblo, educado en la tradición de la familia, con el respeto por bandera y la profesionalidad en cada paso. No le paraba nada, ni nadie si debía llamar la atención por cualquier hecho que le pareciera irrespetuoso para con el equipo rival o su afición.

Carles Puyol es todo corazón. El jugador ideal para tenerlo de tu lado y en tu equipo, capaz de meter la cara donde a otros les cuesta poner la pierna. Posiblemente un futbolista sin vueltas, incapaz de amedrentarse ante las dificultades y con agallas suficientes como para decidir partidos en los momentos que pudieran parecer imposibles.

 

Anuncia que no va a cumplir los dos años de contrato que le quedan en el Barça porque las lesiones le han impedido mantener el nivel de condición física que el se exige para ser competitivo. Afirmación que le honra y que está al alcance de muy pocos. Líder indiscutible dentro y fuera del vestuario, Un referente para sus compañeros a la hora de sentir el club y la camiseta que ha defendido durante diecinueve temporadas.

 

Me gustan los jugadores emblemáticos porque hay pocos. Más allá de sentimientos y del valor de los colores, Puyol y su número “5” se han ganado el respeto y la admiración en el tiempo. De propios y extraños. Jugador de equipo por encima de las exquisiteces. Santo y seña para las nuevas generaciones acostumbradas a menos sacrificios. Capitán del mejor Barça de la historia y ejemplo permanente de constancia.

 

Un día cuando le preguntaron a Piqué sobre su compañero de zaga afirmaba: “No me puedo imaginar al Barça sin él. Me agota. Recuerdo un día en el que volvió al equipo después de una lesión. En mitad del partido le dije: “Puyi te he echado en falta”. Me dijo “Cállate de una puta vez y concéntrate”. Nunca para.

 

En otra ocasión estando el juego parado porque un jugador lesionado estaba en la camilla, comenzó a gritarme. Le dije que se calmase que faltaban tres minutos e íbamos ganando 4-0. El me respondió ¿Y qué?. Concéntrate!. Piqué asegura que se moría de la risa. Estos ejemplos y decenas de más ayuda a descubrir el tipo de persona comprometida que abandona una trayectoria implacable y abarrotada de éxitos.

 

Solicita un descanso al final de temporada antes de decidir el futuro. Hasta que eso suceda sentirá el calor de las muchas personas que le valoran en su justo término.

 

 

 

Iñaki de Mujika