Xabi Prieto prolongó en el segundo tiempo un balón de córner lanzado por Rubén Pardo que superó a defensores y portero eibarreses para convertirse en el solitario tanto del encuentro con el que la Real suma tres puntos y coge aire. Lo necesitaba como agua el sediento. Los armeros fueron el equipo complicado que se esperaba y que, además en el primer periodo, hizo brillar a Rulli en sendas paradas que de no producirse, a lo mejor a esta hora, hablábamos de otra cosa.
Metidos en estos costales, quedan pocos días para que cierren el mercado de invierno, ese invento que un día se les ocurrió a los italianos y que desde entonces se expandió para regocijo de clubes, jugadores, representantes, periodistas y aficionados, que así disponen de asuntos que entretienen, dan que hablar y sostienen el espectáculo.
No me digáis que no os divierte el ir y venir de rumores, de falsos intereses o de negocios imposibles. Hay gente que se lo cree todo. Desde esa perspectiva, venimos asistiendo a una mojiganga en la que cambian los artistas pero no los argumentos. Recordad que en pocos días nos han colocado en la plantilla a Campbell (ya en Villarreal), Capoue, Januzaj, Soldado, Rhodes, Ings, Pienaar?y aún aparecerán más desde hoy hasta final de mes.
Dejo a Illarramendi en párrafo aparte porque se lo merece. El entrenador Moyes suele decir que no habla de jugadores que no están en su plantilla, pero hizo una excepción con el chico de Mutriku y, con los ojos haciendo chiribitas, afirmó que le encantaría contar con él en sus alicaídas filas. Como quiera que en la sustanciosa entrevista de Mikel Recalde en este diario a Iñigo Martínez, éste aseguraba que le echan en falta, entendemos que no hay dudas sobre el valor del futbolista.
Lo entendemos nosotros y media Europa. Desde Liverpool hasta Donosti pasando por Bilbao. Es obvio que cualquier operación en este sentido resulta harto complicada. Primero, que el futbolista quiera. Luego, que los clubes se pongan de acuerdo y tercero, y primordial, que haya dinero y decisión para el importante montante que supondría un acercamiento del chaval al campo base original.
Por ahora, el chico no se ha salido del guión ni un milímetro. El otro día inauguró un restaurante, con bar de pintxos, en la calle Orense de Madrid que es una buena zona, cercana al Bernabeu. Se llama La Chimenea y allí se congregaron periodistas, invitados y acólitos corales. Sonriendo ante micrófonos y magnetófonos, aseguró estar tranquilo, a gusto, y desconocer cualquier maniobra al respecto de su posible salida. “Estoy muy bien aquí”, aseguró sonriendo mientras asomaban entre labios sus blancos y relucientes incisivos.
No hay que ser Einstein para entender que la Real ha movido ficha al respecto, dejándose querer en caso de que exista alguna opción de salida. Creo que estamos mejor colocados que otros, aunque sólo sea por el cariño de sus compañeros, de los aficionados y del entorno más cercano. Conoce la casa y la casa le conoce a él. Y no creo que a estas alturas de la película, viendo lo que vemos y estando como estamos, nadie vaya a poner peros a la posibilidad de que vuelva a vestir de txuriurdin aunque sea unos meses.
Sería maravilloso y os aseguro que le aplaudiría. ¡Cuesta tanto fichar bien y que te aseguren rendimiento inmediato! Creo que el presidente andaba por Londres estos días. Ha vuelto, porque ayer estaba en el palco. No sé si trae a Campbell bajo el brazo, alguna otra promesa o posible llegada, o sólo consiguió unas tabletas de Cadbury en el aeropuerto, ese chocolate de pasas que tanto me apasiona y que conocí en el puerto franco de Ceuta haciendo la mili.
Sea lo que sea, espero una semana más entretenida que el paseo de anoche, aunque sólo sea viendo el trajín de todos por reforzar los planteles. Por la chimenea realista sale humo como en el Vaticano cuando eligen pontífice. Del negro al blanco, pasando por el gris. Ayer un poquito mezcla de todo.