Objetivo cumplido. La Real consiguió la victoria que necesitaba para seguir adelante en la Copa y formar parte del sorteo que el próximo sábado le asignará un rival. No fue un triunfo estético, sino práctico, ante un rival que no bajó los brazos en ningún momento. Acceder a octavos de final es una especie de guinda a la kalejira de tantísimos realzales que se desplazaron hasta Logroño.
Lo pasaron en grande. Acabaron con los champiñones incomparables de los bares en los que no cabía un alfiler. Más de uno entró en la tienda de quesos que regenta el mítico Tato Abadía y que está en esa zona en la que no se perdona pase. Se hizo fotos con quienes le visitaron. Merece la pena el establecimiento. No sé si lo notó la caja, pero el subidón moral debió ser morrocotudo.
Hablamos de una ciudad cómoda para vivir y con calidad para disfrutar de aquello que gusta más a los humanos. ¡Buen comercio y buen bebercio! Es reconfortante darse una vuelta de vez en cuando, tanto si es por compromiso profesional, como por antojo personal. Los guipuzcoanos siempre han mantenido relaciones con aquel territorio. En casi todas las épocas ha habido jugadores que han defendido la camisola rojiblanca. Desde José Mari Soroa, que siempre nos trató muy bien en su querido restaurante, hasta Aitor Arregi, el jugador de Bergara que se enfrentó en la eliminatoria al equipo de sus sueños, y Zourdine que formó parte del equipo titular o Jorge Martínez que hasta hace nada pertenecía a la cantera de Zubieta.
Todos han conocido momentos diferentes. Eran un único club, cuyo estandarte seguían a pies juntillas todos los aficionados. Los partidos en las viejas Gaunas suponían una fiesta y una conquista para quien pudiera ganar. Con el paso del tiempo, las cosas se complicaron mucho hasta fracturarse. El club desapareció en 2009 por no poder resolver sus problemas económicos. Para entones ya se había fundado el Recreación, porque se veía venir el asunto y en principio era la solución de futuro. Pero, también bajaron la persiana. Surgieron proyectos, reconstrucciones, reconversiones de varias entidades que lucharon al máximo por asumir el nuevo liderazgo. Hoy cuentan con dos equipos en la 1RFEF, el rival de la Real anoche y la SD Logroñés. En la 2RFEF, donde militan el Beasain o el tercer equipo txuriurdin, conviven el Racing Rioja y el filial de la propia Unión Deportiva. Es una especie de galimatías, en el que cada entidad marca su territorio. En algún momento del camino la clase política trató de reconducir la situación, pero resultó imposible. Así que hoy conviven dos equipos del mismo nivel, cuyos derbis son espectaculares, utilizan las mismas instalaciones para competir y con seguidores propios e inquebrantables. Y como cuento con amigos en los dos frentes, hasta aquí puedo leer. Se batieron todos los récords de asistencia, con más de quince mil espectadores, y con el tesorero local comiéndose otro paquete de guindas.
No dudaba lo más mínimo que para eliminar al cuadro de Nacho González, la Real necesitaba ser competitiva y disponer una alineación que respetara al rival y que fuera reconocible. Remiro, Le Normand, Brais y Sorloth fueron los únicos que repitieron respecto del encuentro ante Osasuna. Imanol decidió dar descanso a unos y oportunidades a otros. Quien mejor la aprovechó en el primer tiempo fue Robert Navarro cuyo tanto marcaba la diferencia en el descanso y que al final fue decisivo. Alguien en el corrillo de celebración debió gritar ¡Gol en Las Gaunas!.
Atrás quedaban cuarenta y cinco minutos de dominio, posesión del balón y algunas oportunidades. Faltaban balones en superioridad desde las bandas y un poquito de fluidez, pero el rival también dificultaba las cosas. El segundo tiempo fue parecido aunque se crearon más oportunidades que debieron ampliar el tanteo, pero el meta local en más de una ocasión impidió que los realistas se relajaran. Imanol hizo los cambios que entendió necesarios en función de la marcha del partido y del futuro inmediato. Unos minutitos para Marin y Oyarzabal no les sentaron mal a ninguno. El partido llegó al final sin sobresaltos, porque la concepción defensiva del equipo no cedió milímetro al oponente. ¿Os daís cuenta de que no he hablado del árbitro?
Apunte con brillantina: El terreno de juego de Las Gaunas no estaba muy allá. No conozco de nada a Julio Cobos, entrenador del Cacereño. Tuvo a bien jugar contra el Real Madrid, caer eliminado por la mínima y contestar a las declaraciones del técnico rival, recordándole que la Real pasó por idéntico trance en Coria, en donde metió cinco goles y nadie protestó por nada. Ancelotti se quejó del estado del césped. Incluso, a los palmeros, les pareció terrible viajar de Madrid a Cáceres, porque la ciudad no dispone de aeropuerto. ¡País Mikelarena!
Logroñes 0-1 Real Sociedad |
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4 de enero de 2023 – Copa del rey |