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El día del arco iris

El lunes 3 de abril se celebró, sin pompa ni boato, el segundo aniversario del último título de Copa. Algunos jugadores, bastantes más aficionados y una parte del turisteo habitual compartieron en las redes sociales diversas fotografías de recuerdo para que la fecha no pasara desapercibida. Será siempre una jornada inolvidable para los partisanos del equipo txuriurdin. Buena parte de culpa del momentazo correspondió a Mikel Oyarzabal. En la victoria ante el Getafe, también. Entre aquellas personas gozosas  se encontraba Jagoba Arrasate que celebrará, a partir de este momento, un bis ya que un día más tarde metió a su equipo en la final del torneo en la vigente temporada. Lo que las personas sienten no se lo puede arrebatar nadie. Incluso, el dominio de las emociones no es fácil.

Si la jornada de efemérides realista coincide con el día del arco iris, la osasunista se relaciona con el día mundial de información sobre el peligro de las minas. Sabéis que en cada jornada se recuerda algo. Hoy, por ejemplo, mientras unos celebran la Pascua, se comen unas monas y sus correspondientes huevos de chocolate, otros recuerdan a los afectados por el síndrome de West. Y así sucesivamente.

Jagoba es un gran entrenador y mejor persona. Lo dilapidaron cuando gestionaba el primer banquillo de la entidad de Zubieta. Era un valor que se perdió, porque le movieron el arbolito sin disimulo, pasando por encima de él, después de hacerle, desde algunos sectores, la vida casi imposible. El club leofreció seguir en algún lugar de la casa, pero declinó tal posibilidad. Lejos de acomodarse, con la garantía del plato de la sopa boba, siguió creyendo en él. No dijo una palabra más alta que otra. Respetó la decisión, después de dos años y medio en el primer equipo. Hizo camino, consiguió éxitos y hoy es un técnico respetado, casi adorado en el entorno rojillo, pieza indiscutible en el devenir del club navarro.

Me alegro infinito por él, porque es un caballero, que  defiende, allí donde esté, todo lo suyo a capa y espada. El camino está abarrotado de pasajes al respecto. Inolvidable aquel partido contra el Barça en el que respondió a las provocaciones con un “nosotros también tenemos escudo” Algo así como un punto de partida para que mucha gente reaccionara y sintiera orgullo de los colores que defiende.

Se parece mucho a Imanol, porque sienten parecido. Son técnicos autodidactas, perseverantes, fieles a un estilo que tratan de poner en práctica con las plantillas que disponen. No hace falta que nadie nos diga nada si se enfrentan la Real y el Getafe. Sabemos de memoria cómo va a ser el partido, lo que va a costar ganar, las dificultades que va a proponer el rival y los riesgos que supone equivocarse. Desde  el 14 de enero, en liga, sólo se había ganado al Elche en Anoeta.  Es decir un triunfo, en casi tres meses. Los malos números apretaron mucho la clasificación y conviven varios perseguidores con el mismo objetivo. Puedes ser cuarto al final y jugar Champions, como puedes dejar de serlo y alcanzar la Europa League, o perderte y terminar en una competición con nombre de pera, como la Conference, o pegarte una galleta de padre y muy señor mío. Lógicamente, lo saben todos. Por eso, ganar a los de Quique Flores con un par de goles a favor y sin encajar ninguno supone un respiro considerable.

Decía que una parte de culpa del triunfo ante los madrileños llevaba el sello de Oyarzabal. Aquel día de Sevilla le tocó lanzar un penalti decisivo. No falló, lo celeberó y pasa a la historia del club. Al borde del descanso se encontró en las mismas. El Getafe presionaba alto, impidiendo la circulación del balón y la llegada a los dominios de David Soria. El meta adivinó las intenciones del eibarrés y le detuvo  la pena máxima. Supongo que el capitán le dio muchas vueltas a la cabeza. No demasiado tiempo porque casi al instante le llegó una oportunidad para, con un cabezazo, quitarse la espina, oxigenar su yo personal, adelantar a su equipo, llevar alegría a la grada y llegar a los vestuarios con menos presión y respirando oxígeno.

En esa jugada, Silva dio un pase de regaliz, que remató Brais y que culminó un futbolista que celebró el primer tanto con todas las ganas. Llegó, ya en la segunda mitad, otra acción parecida con diferentes protagonistas. En este caso, el rey de la asistencia, en medio de una semana de pasión, le regaló un “ame” (caramelo ) a Take Kubo que se lo comió sin envoltorio.  La distancia era considerable, por el resultado y por las sensaciones. El día en que faltaban Zubeldia y Zubimendi, aparecieron Pacheco, Guevara e illarramendi. Los tres con la lección aprendida, no dejaron respirar a un oponente que apenas creó peligro en una tarde plácida para el chico de Cascante. La victoria asoma como el arco iris en medio de los encapotados cielos de las últimas semanas. ¡Que no decaiga!

Apunte con brillantina. Un chico que atiende por Haaland marcó dos goles con el City en el viaje a Southampton. Suma 30 en lo que va de temporada. El tanto que supone el 0-3 es un remate de escalofrío, una obra de arte, una locura, un salto en el sofá…Él solito ha marcado más chicharros que un montón de equipos de la Premier, entre ellos el Chelsea. A éste le pides que cante una saeta en la procesión y se cae la gente de los balcones.

Real Sociedad 2-0 Getafe
8 de abril de 2023 – LaLiga Santander

Iñaki de Mujika