El Beaterio de Iñaki de Mujika

Fallece Iñaki de Mujika, referente de un periodismo deportivo apasionado, amable y empático

Por Imanol Intziarte – naiz:

Mi casa era de esas en las que la radio de la cocina se encendía a primera hora de la mañana, con el desayuno, y se apagaba a última hora de la noche, cuando mi madre dejaba apañada la comida del día siguiente. Daba igual cuántas emisoras fuera capaz de captar el aparato, porque el dial nunca se movía, estaba soldado en el 1.224 de onda media, si la memoria no me falla. Era la frecuencia de Herri Irratia-Radio Popular, la emisora de los Jesuitas, con sedes en Donostia y Loiola.

A primera hora la cita era con el gran Mariano Ferrer y su ‘Kiosko de la Rosi’. La mañana transcurría entre magazines e informativos, y cuando nos disponíamos a comer, a las 13.30, sonaban los golpes de percusión que anunciaban ‘La Movida Deportiva’, el programa dirigido por Iñaki de Mujika. Día tras día, año tras año, junto a su equipo –entre ellos estaba su actual ‘heredero’ en las narraciones realistas, Juanjo Lusa– fue el referente en miles de hogares guipuzcoanos. Fútbol, pelota, baloncesto, ciclismo, atletismo, balonmano… y también los deportes más minoritarios, los protagonistas más desconocidos.

Iñaki de Mujika representaba una forma de hacer periodismo ubicado en las antípodas de los chiringuitos, el histrionismo y la tierra quemada de las redes sociales. Era crítico con instituciones o dirigentes cuando entendía que tenía que serlo, pero siempre desde la educación y las buenas formas. Y sobre todo era empático con los y las deportistas, amable, sabedor de lo que se escondía detrás de los focos, lo bueno y lo malo. El sufrimiento, la presión, el esfuerzo, el miedo al fracaso, lo efímero de la gloria… no en vano fue profesor de Psicopedagogía en la escuela de entrenadores de fútbol de Gipuzkoa. Sus entrevistas eran un auténtico placer, porque lograba que sus invitados e invitadas estuvieran cómodos, relajados, y charlaran como si se encontraran en el salón de su casa.

A este carácter ‘goxua’ en las distancias cortas sumaba una pasión desmedida por la Real y por los clubes de su ‘txoko’, la bahía del Txingudi. Fue la voz de la época dorada del Bidasoa, gozó y sufrió con un Real Unión del que llegó a ser presidente y cada verano sacaba pecho con los títulos y las banderas de su querida ‘Ama Guadalupekoa’, la trainera de Hondarribia. Hace ya unos años que se jubiló del día a día, aunque seguía colaborando con su particular contracrónica de los partidos realistas en las páginas de ‘Noticias de Gipuzkoa’. También mataba el gusanillo en su página web, Sportberri. Su última entrada la escribió el jueves, la víspera de su fallecimiento.

Su cuerpo sin vida fue hallado por un amigo el viernes en su domicilio de la Parte Vieja de Hondarribia. Muerto por causas naturales, tenía 72 años de edad. No llegamos más que a saludarnos alguna vez, pero Iñaki de Mujika tiene mucha ‘culpa’ de que quien esto escribe soñara un día con cantar goles delante de un micrófono, aunque luego el plan no saliera exactamente como estaba pensado. Goian bego.

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Iñaki de Mujika