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Veinte años con la misma camiseta

La NBA me pilla lejos porque está en América y porque no controlo en exceso los entresijos de las franquicias, los contratos y todo lo que rodea a esta competición que es el referente del baloncesto mundial guste o no guste. En el tiempo se reflejan los nombres de jugadores emblemáticos. Uno de ellos, indiscutible, es Kobe Bryant, cuarto anotador de todos los tiempos y máximo en la historia de Los Ángeles Lakers.

Este club anuncia la renovación de contrato de Bryant dos temporadas más, pese a que está afectado de una rotura del tendón de Aquiles izquierdo del que se recupera. Cumplidos 35 años lleva varios meses sin poder competir y no se sabe cuándo será posible su vuelta a las canchas.

Con esa prolongación del compromiso, el escolta enlazará veinte temporadas consecutivas en el equipo de toda su vida. Los Lakers le abrieron la puerta en 1996 y consiguieron hacer de él un jugador universal con una pléyade de seguidores felices por la continuidad del compañero y amigo de Pau Gasol. La trayectoria es implacable porque ganar cinco anillos y ser elegido varias veces mejor jugador del campeonato no está al alcance de la mayoría.

He dicho al principio que no controlo mucho los entresijos de la organización, pero un jugador como Bryant, grande dentro de la cancha, es un objetivo para cualquier equipo y es posible que en el camino alguien intentara su contratación, pero las dos partes se juraron fidelidad y llegan hasta aquí. Los americanos tan amantes de las estadísticas aseguran que ha tirado a canasta más de 24.000 ocasiones. Ha metido muchas, pero es el que más ha fallado en la historia de la NBA. Normal si nos atenemos a los años que lleva compitiendo al máximo nivel.

Más allá de momentos azarosos en su vida personal, con acusaciones de agresión sexual y un divorcio, la gente le adora y sus fieles seguidores agradecen la noticia que el manager de los Lakers, Mitch Kupchak,hizo pública hace unos días para satisfacción de un club que a esta hora diseña un proyecto innovador de futuro en el que no faltará su jugador franquía.

Veinte años defendiendo la misma camiseta en el deporte profesional es un caso extraño. No es fácil. Por eso me llama la atención y lo destaco. Cierto es que los contratos que perciben no son comparables a nada ni a nadie, pero aquí además del color de los billetes, va en paralelo el de la entidad que confía en una trayectoria como la de Kobe Bryant.

 

Iñaki de Mujika