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Noboa, con “b” y no con “v”

Les ha faltado tiempo para demostrarnos cuánto nos quieren. Nos vamos de Europa y ya nos suministran la primera toma de aceite de ricino en versión horarios. Primero con el de anoche que, decidido hace semanas, sé sabía que no iba a coincidir con compromisos internacionales. Nosotros a lo nuestro y el míster a lo suyo. ¿Para qué complicarte la vida, si las cosas funcionan?. Repitió equipo, porque ante el Betis los puntos y el juego merecían la confianza. Y como al descanso llegábamos con la ventaja de los goles de Vela y Griezmann, el guión iba de maravilla. Rematado más tarde por un tercero del mexicano, rompimos con la sequía instalada desde 1970. Tuvimos la mala fortuna que el día coincidiera con Santo Tomás lo que impidió disfrutar de la fiesta a quienes, como quien esto escribe, debemos ocuparnos de otras tareas, ajenas al mambo general.,

La siguiente cita se relaciona con el 5 de enero, víspera de Reyes. A la hora que todos los niños del mundo estén en la calle abriendo los ojos como platos con los Magos de Oriente, junto a papás, mamás, aitonas y amoñas, y la iseba Severina,  los nuestros darán patadas al balón en el esperado derby. Le sigue el empacho Villarreal, con dos píldoras en jueves y otra en lunes, ésta a las diez de la noche. Faltaría más. Y hasta donde alcanzan las previsiones, situamos el inicio de la segunda vuelta en domingo y a las doce del mediodía, decisión que permitirá al Getafe ahorrarse la factura de la luz que tal y como se intuye viene con un subidón.

Así que con este panorama de hartazgo decidí iniciar eso que llaman “vacaciones navideñas”. Como todos los días, ayer estaba de pie a las siete de la mañana. Abrí el arcón en el que guardo belén, espumillones, velas  y bolas de colores. Hace un par de años compré en un bazar oriental un árbol con luces que, casualidad, ya no funciona. La primera en la frente. Aproveché la estructura para colgar unas viejas bombillitas que esta vez cumplieron con su objetivo. Seguí con el portal, las figuras, y el resto de adornos hasta completar la tarea. Ducha y desayuno.

Como no quedaba en casa ni media mandarina, no había otra que hacer la compra. Intuyendo que la gente iba a salir pronto, hice lo propio y a las ocho y media andaba de puesto en puesto. Espera sin desesperar porque siempre hay gente que se enrolla y comenta cosas entretenidas y si te conocen querrán saber cosas del equipo. Siempre preguntan por fichaje y traspasos. Las señoras más atrevidas manifiestan sus gustos más por lo estético que por la calidad del juego de algunos futbolistas que les resultan guapísimos. ¡Antoine, te adoran!.

Vuelta a casa a dejar los encargos y vuelta a la calle. Esta vez, para ver un partido de juveniles en el que juega el hijo de unos amigos. En torno al mediodía, ejercicio de valor. Vamos al meollo de la cuestión, a tratar de llegar a la primera línea del mostrador y comernos un pintxo de txistorra. Bueno, más bien pintxitín y un vino de pegada. Era una txozna de estudiantes que quieren irse de viaje de estudios al final del curso. Seguimos haciendo recorrido, atascados entre la marea humana que va y viene disfrutando del día.

Es cuando te encuentras con mogollón de gente. ¡Epa!. Parada con uno de esos hombres de la ciudad que siempre saben todo. De la Real, también. Hablamos de jugadores, de posibles fichajes, del mes de junio…Disfruta comentando cosas. En la conversación suelta un nombre. “Sigue a Novoa”, me dice. Nos despedimos. En cuanto estuve delante del ordenador comencé a buscar. No encontraba nada. Sólo aparecía aquel veterano jugador del Sporting que luego fue entrenador. Nada.. ¿Se habrá quedado conmigo?. Le tengo por serio y además no era el día de Inocentes. Por esas cosas de la intuición cambié la “v” por la “b”. Olé. Cristian Noboa, un ecuatoriano del 85 que compite en el Dinamo de Moscú, centrocampista con llegada según las estadísticas. Antes, en el Rubin Kazan. Internacional por su país, parece un jugador de nivel.

Y lo dejo aquí porque ya sabes que los rumores se quedan muchas veces en eso. Si cada vez que se abren los mercados de fichajes jugásemos al “adivina adivinanza” no acertaríamos una. Pocas veces el runrún se convierte en realidad. Lo mismo que los sueños de la lotería. Mediada la tarde ordené las papeletas para el sorteo de hoy. Te van vendiendo y ni te acuerdas. Menos mal que ya no viajo, porque antes era un martirio. Siempre teníamos la costumbre de comprar en algún desplazamiento el mismo número que jugaba el equipo. Años y años dominados por la mano ceniza, porque nunca jamás tocó siquiera un reintegro.

Sevilla era un horror. Los bares estaban llenos de tacos correspondientes a mil y una cofradías que necesitaban hacer caja para la procesión de Semana Santa. Un año me pasé de vueltas y amontoné cristos, vírgenes y hermandades al módico precio de cinco euros papeleta creyendo que en alguna de ellas iba a encontrar la Arcadia feliz de mi vida. ¡Iluso!. Digo que ordeno por números y terminaciones. El año pasado iba forrado de cincos. En éste dispongo de mayor abanico. Es decir que, prácticamente, acabado el partido de Los Cármenes, escribiendo este artículo, cenando a las dos de la madrugada, una roncadita y a las nueve de la mañana en pie para ver los bombos dar vueltas y escuchar a los niñas/as encantadores cantar…La, la, la, la, la, la, la , la …como Raphael pero en versión moderna.

Señoras y señores, pasen unos buenos días. Disfruten de las personas y de lo que cada cual pueda compartir en la mesa familiar. Si no hay contraorden, volveremos el día de Reyes, no sé si con Noboa. “Con “b” y no con “v”. Mientras eso sucede, nos quedamos con el dulzor de un año para enmarcar.

Iñaki de Mujika