Iñaki de MujikaMe he levantado esta mañana, como todos los días con la radio puesta. He oído hablar de China, aunque más bien de sucesos y precauciones. No sé cuantos ejércitos, policías, medidas de presión, vigilancia, etc. Estamos a dos días de la inauguración de los Juegos de Beijing y más parece que nos estemos preparando para la guerra.
A los deportistas les han prohibido manifestarse, escribir en blogs, contar experiencias y pasarse siquiera un centímetro de la raya. Se lo han dicho y recomendado las autoridades. Se plantea la habitual distancia entre el código ético y la libertad a expresarse. Ni camisetas raras, ni logos, ni frases con contenido dudoso, ni pancartas, ni banderas, ni nada. Es decir, que antes de un partido o de una prueba no saldremos del "La verdad es que…", "Ha sido muy complicado" y "Debemos seguir trabajando".
A esta hora sabemos por tanto que la vigilancia es exhaustiva, que la contaminación amenaza algunas pruebas que pudieran llegar a suspenderse. Conocemos también que los "vampiros" han asaltado la vida de los ciclistas-una vez más- asaltando por ejemplo la habitación de Carlos Sastre, abriendo su puerta sin aviso, pillándole en pijama. Menos mal, porque podría haber estado en bolas y con "la bomba" hinchada. Será una constante en Beijing 2008 porque el dopaje está perseguido hasta la extenuación.
En medio de todo esto, nuestros deportistas. Guipúzcoa aporta 13 practicantes que podrían haber sido más, si el seleccionador de balonmano no hubiera dejado en la estacada a Julen Aguinagalde y el piragüismo, premiado a Ekaitz Salles que merecía sobradamente participar en los Juegos. Un territorio tan pequeño sobrepasa con creces la media mundial de participación, lo que confirma el alto grado de compromiso de nuestros jugadores.
Seguiré con cariño a los atletas Naroa Aguirre y Mikel Odriozola. A Jon Belaustegi (balonmano), Asier Maeztu, Leire Olaberria (Ciclismo), Xabi Martínez e Iker Fernández (vela), Maialen Chorraut y Ander Elosegi (piraguismo), Ainhoa Murua (triatlon), Yoana Martínez (bádminton), Juanjo Aranburu (tiro), Borja Iradier (natación) les deseo lo mejor en las competiciones. Lo mismo que al seleccionador de aguas bravas Xabier Etxaniz con el que compartí en Barcelona 92 excelentes momentos que me enseñaron a valorar el deporte desde otros ángulos y esfuerzos y que además han servido para mantener una buena relación de amistad. Se lo merece todo. También me acuerdo de David Barrufet, "la araña" de la portería española de balonmano. Cuatro olimpiadas a sus espaldas y un ejemplo a seguir, como su compañero de fatigas Joseja Hombrados. Curtidos en mil batallas y eficaces en su profesión, son, ante todo, personas. Ojalá les vaya bonito.
