Iñaki de MujikaMuchas peñas del Barça se concentran este puente en la capital donostiarra para sentirse orgullosas del club al que adoran y para compartir vivencias, emociones, ilusiones y recuerdos. Suele pasar que en torno a los grandes equipos se mueven cientos de personas ante la llamada de sus colores. Los nuestros saben también que sus seguidores responden cada vez que un acontecimiento les reclama. Medio Bilbao se quedó sin entradas en la última final de Copa que disputó el Athletic y Anoeta se quedó pequeño cuando la Real se jugaba el ascenso a Primera.
Es posible que en el entorno blaugrana se acuerden de un futbolista que falleció hace pocos días. Manchón formó parte de aquella delantera que ganó cinco copas y que recibió un homenaje en los prolegómenos de un reciente partido. Aquellos jugadores pertenecen a una época en la que los chavales nos sabíamos las alineaciones de corrido, porque jugaban sólo once, porque no había cambios, porque las plantillas eran más cortas y porque el protagonismo correspondía casi siempre a los mismos.
Aquel era un fútbol de cinco delanteros, en cuyas camisetas figuraban siempre los mismos números. El 7 y el 11 eran extremos, el 9 metía más goles que nadie y los interiores, el 8 y el 10 empujaban. Uno, como pulmón, y el otro, como el futbolista técnico y de clase que las ponía. Han pasado más de cuarenta años y es posible que usted recuerde de un tirón aquellos cinco futbolistas que se encargaban de lograr las gestas de sus equipos.
Un Zaragoza, sin Canario, Santos, Marcelino, Villa y Lapetra no era el Zaragoza.
Un Madrid, sin Serena, Amancio, Grosso, Velásquez y Gento, era menos Madrid.
Se acuerdan de aquel Athletic con Argoitia, Zubiaga, Arieta, Uriarte y Rojo?
O de la Real de los Urresti, Urtiaga, Silvestre, Mendiluce, Boronat?.
Luego las tácticas modificaron las cosas. La tendencia fue más conservadora. Pasamos al 4-2-4, llegaron los cambios, los números se repartieron nominalmente y junto al nueve aparece el veintitrés o el diecisiete, que son guarismos con menos glamour. Los entrenadores se vuelven locos y la alineación de cada domingo casi nunca es igual que la del anterior. Temps era temps, (hace mucho tiempo) como dice la canción de Serrat…Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón. ..
