La radio volverá a los campos sin pagar

He recibido llamadas y mensajes de ánimo y alegría porque al consejo de ministros que preside Rajoy se le ha ocurrido la buena idea de aprobar por decreto ley que las emisoras de radio vuelvan a los campos de fútbol sin pagar por transmitir partidos tal y como ha pretendido la LFP desde el inicio de la presente temporada. Como sabes, tomaron la decisión de impedir el acceso a las cabinas de transmisión si previamente no pasaban por caja. Creyeron que iban a recaudar no sé cuántos millones de euros.

Como la radio vive de la publicidad y ésta anda por los suelos, no pagó un euro prácticamente nadie y todos han seguido haciendo su trabajo por dignidad y por respeto a sus oyentes, sean de donde sean. La vida y el atropello previsto no nos detuvo y las emisoras han demostrado una vez más su capacidad de salir adelante aunque todo se les ponga de frente y cuesta arriba.

Las radios no pagaremos -eso dicen- por volver a los estadios. El Gobierno corroboró mediante decreto-ley el derecho a informar en directo de los partidos sin pagar un canon, como pretendía la LFP. El objetivo no ha sido otro que acabar con el conflicto que se inició en agosto y preservar el derecho a la información. Se entiende que deberán abonarse cantidades por el uso de las cabinas, salas de prensa y cuartos de baño.

Cuando se sienten a negociar se verá cuál es la voluntad real de llegar a un acuerdo y cuál el precio que se deba por el uso de las instalaciones. A esta hora pienso en silencio y pregunto: ¿Nos propondrán pagar según el precio por metro cuadrado de la ciudad en la que vivimos?. ¿Dependerá del número de habitantes y de la audiencia de cada centro emisor?. ¿Valdrá lo mismo una cabina a la que se acceda por ascensor que la que conlleve subir trescientas escaleras?

Previsiblemente habrá conflicto y como los ministros también lo intuyen han dejado claro que en caso de que no haya acuerdo, intervendrá la correspondiente autoridad supervisora. Así que entre una cosa y otra, la presente temporada concluirá como empezó: todos en su casa y Dios en la de todos.