Quienes habitualmente se incorporan cada lunes a este beaterio, aunque hoy sea domingo, saben perfectamente que esta sección no está para nada reñida con el rezo, la oración, la contemplación, el misticismo y otras cosas de la santidad. Como buenos feligreses y miembros activos de esta cofradía blanquiazul, ¡hagan el favor de ponerse a rezar de inmediato! .Y si no son creyentes, también. Que no les vendrá mal.
Ayer, sábado, después de una tira de lunas llenas, no sé cuántos cuartos crecientes y menguantes, y alguna luna nueva que otra, nuestro equipo no perdió lejos del templo de nuestros sufrimientos. Ayer, 11 de marzo de 2006, en A Coruña, las huestes de Don Gonzalo, salieron invictas de los cañones de Tristán, de los flechazos de Munitis y de los arcabuzazos de Caparrós.¡Demos gracias a toda la corte celestial!. Y a ese chico de nombre Gaizka que marcó el gol de la dicha.
En tan señalada fecha, el santoral nos pide que recordemos a : San Juan de Dios, confesor y Patrono de los bomberos y practicantes . A los Obispos: San Quintilo y San Cirilo. A los mártires, Julián, Félix, Filemón, Apolonio, Teótico, Urbano, Rogato y Silvano. Al abad, Veremundo. Al diácono, Poncio. A los confesores,, Liberio y Arnoldo y al eremita, Antonino. A todos ellos, loas y velas por doquier, con limosna generosa en el cepillo para que sienten cuán grande es la generosidad de los guiputxis, sobre todo si estamos “apretaos”.
Y ahora que acabo de escribir la palabra cepillo, descubro la riqueza del idioma, porque un cepillo puede servir para limpiar una chaqueta o lo que sea. Un cepillo es también la pequeña urna en la que se depositan los óbolos en las iglesias. Y un cepillo es, por supuesto, el que cogí anoche. Una lagartijera en toda regla. Me lo merecía. Este es mi decimoséptimo beaterio. Es la primera vez que saco…. puntos fuera de casa. El único hasta ahora venía de Santander, el día en que rompieron a Mikel Aramburu. Aquel, la verdad, me supo fatal.
A mi me da igual que cambie al portero, a la defensa, a la media y a la delantera. Me da igual que se pongan bragas de colores o pijama de petigrís. Con tal de ganar. ¡Cómo cambia el cromo!.