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Xabi Etxaniz & Ander Elosegi

Mi mejor experiencia profesional fueron sin duda los Juegos Olímpicos de Barcelona. Los guardo en mi retina y en el bagaje de conocimientos. Por eso, ahora, con la cita de Pekín afloran muchos de los recuerdos. Allí compartí momentos de felicidad y conocí a mucha gente. Entre ellos, a Rubén Beloki (08.08.1974) y Xabi Etxaniz (4.11.1970). Un pelotari y un piragüista de aguas bravas, que entonces contaban con 17 y 21 años respectivamente.

La pelota se presentó como un deporte de exhibición. Rubén no había cumplido aún los 18. le faltaban pocos días. Apuntaba como magnífico y le esperaba su debut profesional. Ganó la final de mano individual a Philippe Irigoyen. Bajé a vestuarios para hacerle una entrevista en directo. Conecté con el set a través de una especie de "zapatófono", el inicio de la andadura de los móviles. ¡En directo, pelota vasca, y en la COPE!. ¡Cómo ha cambiado el cuento!.

Entre cuatro gatos nos hicimos todos los juegos. Experiencia inolvidable con David Espinar, Juanma Domenech, Jesús Zamora, Antonio Estévez, Jose Manuel Oliván, Luis Malvar…Agustín Castellote, nuestro director, le trató con cariño a Beloki. Le preguntó si era verdad lo que se decía sobre los millones del contrato que había firmado. Rubén tragó saliva pero salió con nota. Terminamos. Sin ducharse, me preguntó qué era aquel aparato. "Un teléfono", respondí. "¿Quieres llamar a alguien?". No respondió, pero sus ojos le delataron. "Dame el número". Marqué y se lo pasé. Contestó su novia de entonces, hoy su mujer. Se emocionó bastante ¡18 años!. Intercambiamos números de teléfono y hasta hoy. Comemos juntos la semana que viene en su hotel de Irurzun..

A Xabi Etxaniz no le vi en Barcelona. Su vida transcurrió en el canal de la Seu d’Urgell. Inaugurado para la ocasión. Las aguas bravas se convertían en nuevo deporte olímpico. Sin embargo, disponíamos de un ordenador "Imag" que nos permitía escribirnos, chatear, entre todos. Xabi me encontró y así iniciamos una relación estupenda. Me pidió que le diera caña a su deporte, que había que promocionarlo. Creo que coincidimos en el avión de vuelta, en el que retornamos a Hondarribia la mayoría de deportistas y periodistas que acudimos a los Juegos.

Luego, nos hemos juntado un montón de veces y compartido mogollón de entrevistas. Le he ayudado todo lo que he podido, porque se lo merece. Sobre todo, al principio. Este chico se ha hecho a sí mismo. Se iba a cualquier parte del mundo con su canoa, una mano por delante y otra, por detrás. Sin un duro, pero me enviaba postales desde los lugares más insólitos de la tierra. El no lo sabe, ni se lo he contado nunca. Lo leerá cuando se asome a este blog. Un día su "aitá", ya fallecido, se presentó en la radio para darme las gracias por todo lo que estaba haciendo por él. Me contó un secreto de Xabi (obviamente no lo voy a revelar) y me trajo un regalo que aún conservo. Un tapón muy práctico y hermético para cerrar las botellas.

Después de Barcelona, llegó Atlanta, sus segundos juegos. Hoy es seleccionador nacional. Se lo ha currado y ganado a pulso. Deseo que todo le salga formidable. Por eso, cuando esta mañana un chaval de 20 años, el discípulo Ander Elosegi, ha superado sus registros y ha terminado el slalom en cuarto lugar, a un segundo del bronce, me he alegrado mucho por los dos. Y por el ejemplar club de Irún, Santiagotarrak, que pese a las dificultades ofrece al espectáculo y al futuro este pedazo de piragüista. El éxito les reivindica. Deseo igualmente que cuando le llegue el turno a Maialen Chourraut, otra luchadora, la satisfacción sea redonda.

Es obvio, que al volver de Pekín, organizaré un programa con ellos, para rajar y para comer como mandan los cánones. ¡Han acumulado tantos méritos!.

 

 

Iñaki de Mujika