Iñaki de MujikaNo sé si la Copa me gusta o me deja de gustar. Es un torneo tan descafeinado, tan poco atractivo que estas eliminatorias por las que ahora deambulo me parecen un poco sinsorgada. La Real se vio emparejada con el Celta después de eliminar al Zaragoza. Viajecito a Vigo, tres días después de pasar por Sevilla con un partido kamikaze y harakiri incluido a la espalda.
Por su parte, el Real Unión convive con la fortuna de no desplazarse, aunque bien cierto es que su primer round le llevó a Lugo en donde consiguió una actuación más que meritoria. Tras ese partido llegó a Gal el Sant Andreu. Los catalanes también cayeron y la tercera ronda del sorteo le emparejó con el rocoso Barakaldo. Ambos se verán la cara en campo irunés.
Me perderé ese duelo, porque me toca una ración de Balaídos. El campo del Celta no trae demasiados buenos recuerdos, porque aquí se nos fue la liga con Denoueix, en aquella temporada de ensueño que tanto se añora ahora viendo lo que tenemos entre manos. Sobre el partido el habitual debate: "Se tira la Copa o se va a por ella con todas las consecuencias". Si hacemos caso de Juanma Lillo, la Real va a salir a romper. Sus declaraciones previas al partido desde la concentración de La Toja dejan claro ese objetivo: "Nos gusta esta competición, tiene un sabor especial, y vamos a ir a tope. Pondré a los que entiendo que nos pueden acercar a pasar la eliminatoria. Eliminar al Celta nos aseguraría otro partido entre semana en Anoeta como el que jugamos contra el Zaragoza, de noche, diferente, bonito…"
Dicho así hasta mola, pero la mosca sigue instalada detrás de la oreja, después del partido del Pizjuán que nuestro técnico quiere "convertir en anécdota", aunque siga reconociendo que se jugó muy mal. "Días de estos en el fútbol los hay y los habrá, porque son personas quienes juegan".
Como este entrenador no nos despeja las incógnitas hasta poco antes del partido, nos quedamos con las ganas de saber qué sorpresas nos depara. Pudiera debutar Dramé, del mismo modo que futbolistas poco habituales puedan ser de la partida titular. Markel Bergara, Estrada, Moha o Necati tal vez inicien el partido, como Eñaut Zubikarai, portero titular por la ausencia de Claudio Bravo.
Por su parte, los unionistas saben qué superar a los fabriles otorga premio gordo, porque se aseguran un "grande" en la taquilla y en el césped. La pasada temporada fue el Valencia quien consolidó los esfuerzos anteriores de los irundarras con una eliminatoria en la que los "ché" iniciaron el camino hacia el titulo.
Iñaki Alonso tampoco suelta prenda sobre los planes. Como en el caso de Lillo, el equipo mira más a la liga, porque ahí está el objetivo prioritario, pero el caramelo es tan rico que…
