Iñaki de MujikaNo tenía un favorito claro entre los aspirantes al mayor galardón individual en el fútbol, entre otras cosas porque desconozco los criterios por los que se rigen los votantes. Lionel Messi reconoció haber sido el primer sorprendido cuando comunicaron públicamente que era el elegido para recibir el "Balón de oro 2010". No se lo esperaba. Se hablaba y se hablaba de Xavi o de Iniesta, apuntando las cuestiones favorables que deberían decidir a favor de uno u otro. Opiniones, visiones encontradas, merecimientos, trayectorias, historiales…para decidir al final que el argentino merecía por segundo año consecutivo el galardón. El mejor fútbol sigue a ritmo de tango.
En esa pelea particular por ser considerado el mejor jugador del mundo, la opción de Messi marca más las distancias con Cristiano Ronaldo al renovar su condición. En los últimos veinticinco años sólo Van Basten consiguió repetir dos años seguidos, aunque antes los Cruyff, Platini, Keegan o Rummenigge conseguían ese reconocimiento. Se ve que la tarea de mantenerse y que además te lo reconozcan, no es sencilla. Messi es joven y, si logra, ofrecer rendimientos semejantes se puede perpetuar, como la brasileña Marta que, en versión femenina, lleva cinco seguidos.
Una vez decidido el ganador llegaron las opiniones. La de Xavi, tercero en el podio final, permite reflexionar: "Los premios individuales siempre son injustos cuando se trata de valorar un deporte colectivo". En efecto, salvo algunas contadas apariciones, como Cannavaro, casi siempre se ha premiado a futbolistas ofensivos, goleadores, artistas. Lo avalan las últimas decisiones: Ronaldinho, Shevchenko, Owen, Kaká, Cristiano, Figo, Ronaldo, Zidane, o Rivaldo, además de Medved.
Recogidos los votos, seleccionan un Once Fifa 2010, compuesto por: Casillas; Maicon, Lucio, Piqué, Puyol, Sneijder, Xavi, Iniesta, Messi, Villa, Cristiano Ronaldo, junto a Mourinho, electo el mejor entrenador de la temporada. Para bien, podemos ver a ocho de ellos, más el técnico, en el campeonato de liga doméstico que es algo así como un lujo al alcance de muy pocos. Xavi, Iniesta y Messi están entre ellos, aunque haya sonado de fondo música de bandoneón.
