Que me perdone Mikel Beroiz, pero el pelotari navarro va a jugar la final del Campeonato por Parejas, sin haber hecho ningún mérito para ello. Quienes accedieron a la final después de ganar a sus rivales fueron Xala y Barriola. Y aunque haya que esperar, debieran ser ellos quienes se enfrenten en la lucha por el título a sus rivales Olaizola II-Begino. Lo demás suena a chapuza.
Barriola solicitó ayer el aplazamiento de la final por una semana, al comprobar tras el entrenamiento en el Frontón Bizkaia que no está recuperado de la lesión de su pierna izquierda. No le conceden el aplazamiento argumentando que en el reglamento no se contempla nada que no sea la sustitución de un pelotari por otro. El pelotari de Leitza pudo no haber disputado el último encuentro de clasificación, pero tuvo la dignidiad de hacerlo para que no le criticasen por no defender la suerte de sus compañeros González-Laskurain, que se quedaron en las puertas de la final.
Abel corrió riesgos que afectaron al sóleo de su pierna izquierda. Le han respetado poco, por no decir nada. Le sustituyen y punto sin atender ni a méritos deportivos, ni a trayectorias. El elegido es Mikel Beroiz, porque tampoco puede elegirse a un zaguero que haya disputado el campeonato, lo que impide componer una pareja competitiva. Entre las justificaciones esgrimidas para validar la decisión se explica que:
La decisión de aplazamiento supondría un grave perjuicio a los clientes que han adquirido su entrada, ya que el 24 de abril coincide con el periodo vacacional de Semana Santa.
Y se quedan tan anchos. Los centenares de aficionados que han comprado su entrada lo han hecho para ver a los finalistas, no a sus suplentes. Pero esa realidad constatable no la contemplan. ¿Para qué?. ¡Ya han hecho caja!.
Desde el principio he pedido perdón a Mikel Beroiz. Es la oportunidad de su vida, pero su sitio a día de hoy no está en la final. La liga de empresas demuestra una vez más su incapacidad para resolver estos problemas. Y lo peor es que no hay nadie que ponga coto a estos caprichos. No he leído una sola opinión favorable a lo decidido. Se deberían preguntar el porqué.