Como en El Corte Inglés, la Real Sociedad cierra una semana fantástica, para enmarcar. Una de esas que gustan a los aficionados y satisfacen a los dirigentes. Los puntos de Málaga, la pacífica junta de accionistas y la renovación de Claudio Bravo hasta 2017 constituyen tres elementos distantes entre sí, pero relacionados en torno a la misma idea. Casi todo de una tacada.
La competición determina el paso de las entidades. A vueltas con el valor real del técnico, el encuentro de La Rosaleda sirvió para tranquilizar las aguas a través de tres puntos necesarios, con la dupla Illarramendi-Pardo, ansiada y esperada por una mayoría, al mando de las operaciones.
Las aritméticas cuadran. El ejercicio económico anterior se salva con superavit, sin incluir en él los muchos millones que la justicia concede por sentencia en el conflicto televisivo con Mediapro. Ese ha sido uno de los procesos mejor gestionados por la directiva que preside Aperribay.
Además de otros muchos que han permitido aprobar con una mayoría escandalosa todos y cada uno de los asuntos sometidos a votación. Cheque al portador de los accionistas para los gestores que llegaron a un club que rozaba la bancarrota y la disolución y ahora coquetea con días de vino y rosas.
Relacionado con esa actividad de presente y futuro, debe entenderse la renovación de Claudio Bravo hasta 2017. El portero y su rendimiento constituyen parte esencial de la columna titular del primer equipo. Vino de Chile hace seis años.
En el tiempo transcurrido ha crecido como jugador y como individuo, porque ha acertado a relativizar las situaciones. Ha alcanzado la madurez necesaria como para discernir entre los sueños y las realidades.
Satisfecho con lo que es y le reconocen, el jugador opta por seguir donde está. ¿Para qué cambiar?. Bien remunerado, aceptado por todos, querido por el público, capitán de la selección de su país, plenamente integrado en un vestuario unido en torno al mismo proyecto, sin fisuras.
Por delante, muchos retos. Entre ellos la remodelación de Anoeta, la consolidación del hecho deportivo, el desarrollo de la Fundación, el equilibrio presupuestario. Y una pregunta: ¿Se presentará cuando llegue el momento el consejo a la reelección?.